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Dos palos y ninguna diana

El Gernika encerró al Mensajero en el tramo final, aunque sin acierto. Etxaniz cabeceó al palo en el 90’

Dos palos y ninguna dianaFoto: Oskar González

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GERNIKA: Altamira, Kevin, Berasaluze, Carracedo, Ribera, Abou (Min. 55, Etxabe), Lander, Entziondo (Min. 84, Madrazo) Abaroa, Aimar (Min. 62, Muñoz) y Etxaniz.

MENSAJERO: Ione, Gabi, Moreno, Jaime, Víctor, Juanda, Kamal, Rayco, Ale González (Min. 65, Álex Cruz), Yeray (Min. 82, Vianney) y Nacho (Min. 93, Dani Hernández).

Árbitro: Álvarez Borbolla. Amonestó a los locales Berasaluze y Carracedo; y a los visitantes Jaime, Yeray y Gabi.

Incidencias: Unos 600 aficionados en Urbieta.

Gernika - Gernika y Mensajero empataron sin goles en Urbieta, donde se presenció un duelo igualado y muy táctico, en el que cada equipo se topó con la madera en una ocasión. Los canarios en la primera mitad, en un despeje de Berasaluze a su propia portería. Los gernikarras en el 90, en pleno arreón final en el que embotellaron al rival, mediante un cabezazo de Etxaniz. Con esta, los forales acumulan once jornadas sin conocer la derrota. Desde que arrancó noviembre, han cosechado siete victorias y cuatro empates.

Los canarios salieron con el turbo en el arranque, pero los vizcainos supieron contenerles e igualar el juego, en el que ambos bandos buscaban envíos largos y no cometer errores en campo propio. La pelea de Etxaniz con la zaga rival generaba lances a balón parado para los gernikarras, aunque no eran capaces de sacar provecho. Por parte de los visitantes, todo el peligro nacía de las incorporaciones de Juanda por banda izquierda. Así se produjo la primera ocasión del choque, pasado el minuto 20. Su centro estuvo a punto de provocar el gol en propia meta de Berasaluze en el intento de despeje. La madera no lo permitió. Fue la primera y última llegada destacable de todo el primer acto. El orden se impuso a la calidad. Futbolistas como Abou por parte local o Kamal por la visitante eran los que destacaban. En definitiva, el músculo. Eso, y los zagueros de ambos lados, que despejaban con contundencia cada balón que se les acercaba.

El Mensajero volvió a salir inspirado en la segunda mitad, generando una buena oportunidad en el minuto 47. La manopla de Altamira frustró el intento del talentoso Ale González. El primer tiro entre palos de los vizcainos lo protagonizó Etxabe nada más saltar al terreno de juego. Se revolvió en el área y, prácticamente sin ángulo, sacó un disparo al cuerpo del arquero canario. El propio Etxabe no pudo aprovechar un centro de Entziondo para cabecear el cuero a la portería. Intentó una dejada a la que no llegó ninguno de sus compañeros. Instantes después fue Abaroa el que buscó la rosca desde lejos, pero el esférico se marchó fuera, a un metro del poste. También probó Entziondo de falta, a las manos de Ione.

El campo se inclinó en el tramo final. Mejor dicho, el empuje del Gernika, con un Ribera que empezó a aparecer como un puñal por banda zurda, arrinconó a un Mensajero que achicaba aguas y al que el balón le duraba muy poco. La mejor ocasión del encuentro se hizo esperar hasta el 90’. Centró Ribera y Etxaniz conectó un testarazo que a punto estuvo de resultar letal. Impactó en el palo. Se repitió la conexión entre ambos en el 92. En este caso el cuero lamió el travesaño. Solo los pitidos finales del árbitro contuvieron la estampida de los de Luaces.