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El debut soñado

El Madrid brinda la llegada de Zidane con buen fútbol y una goleada, con tres de bale y dos de benzema, y la afición cambia los pitos por aplausos

El debut soñadoEFE

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REAL MADRID: Keylor Navas; Dani Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Min. 46, Varane), Marcelo; Kroos, Modric, Isco (Min. 66, James); Bale (Min. 74, Jesé), Cristiano Ronaldo y Benzema.

Árbitro: Pérez Montero (colegio andaluz). Amonestó a Lux (15), Mosquera (64) y Arribas (71) por el Deportivo.

Incidencias: encuentro correspondiente a la 19a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 71.267 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por José María Neira, antiguo médico del club blanco. EFE

DEPORTIVO: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Fernando Navarro (Min. 66, Luisinho); Mosquera, Bergantiños, Fede Cartabia (Min. 46, Jonás), Fajr (Min. 66, Oriol Riera); Luis Alberto y Lucas Pérez.

Goles: 1-0: Min.15, Benzema; 2-0: Min. 22, Bale;3-0: Min. 49, Bale. 4-0: Min. 63, Bale; 5-0: Min. 92; Benzema.

Árbitro: Pérez Montero (colegio andaluz). Amonestó a Lux, Mosquera y Arribas por el Deportivo.

Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu, 71.267 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por José María Neira, antiguo médico del club blanco.

Madrid - El estreno de Zinedine Zidane en el banquillo del Real Madrid respondió a la ilusión generada en el madridismo, recuperó el sello clásico del equipo blanco, que jugó al toque, con velocidad y buen fútbol ante un Deportivo al que tumbó con triplete de Bale y doblete de Benzema.

La ilusión regresó de golpe al Santiago Bernabéu. Nunca un movimiento en el banquillo generó un cambio tan radical. Del silbido y la tensión, a la ovación y el goce. Se marchó Rafa Benítez sin la complicidad de sus jugadores ni del público y llegó Zidane, figura querida y respetada por todos. Se palpó en todo momento. En el ambiente que recuperó la emoción, en la entrega de los futbolistas y el regreso de un fútbol más adecuado al ADN del Real Madrid.

El conjunto blanco se quitó el corsé táctico. De un plumazo dejó en el olvido las ataduras, las preocupaciones sobre el rival y manteniendo un 4-3-3 como dibujo, desató el fútbol que gusta en el Bernabéu. Alegría en su juego, con más velocidad, queriendo la pelota. Líneas más unidas gracias a una defensa adelantada. Las ovaciones se sucedieron en la grada en cada cambio de juego, en jugadas que siempre acabaron en remates. Zidane advirtió que quiere plasmar en el campo su juego como futbolista y el inicio no pudo ser más esperanzador.

Consiguió, al juntar más las líneas, que los tres de arriba diesen una imagen más solidaria, con Kroos y Modric eternamente agradecidos, más aliviados en labores de destrucción y brillando en una rápida salida de balón. Bale, más generoso que nunca, mirando atrás tuvo el premio merecido con el gol. El mérito fue mayor por el rival. Solo un partido perdido lejos de Riazor era la carta de presentación del Depor. El empate del Camp Nou mostraba su peligro.

Liderado por un futbolista en el momento de su carrera, Lucas Pérez, que no se amilanó en el Bernabéu. De la nada inventó ocasiones y fue un incordio continúo para mostrar que a la defensa del Real Madrid aún le queda mucho trabajo por hacer.

El partido rompió con polémica. El primer tanto de la era Zidane lo marcó su ojito derecho, Karim Benzema, que inventó un taconazo para mandar a la red un remate tras córner de Ramos. La presencia de Bale en fuera de juego delante de Lux, entorpeciendo la visión al portero, provocó la protesta del conjunto gallego.

Al cuarto de hora, antes de que la espiral de optimismo se modificase, todo se ponía de cara para el Real Madrid. Bale ayudaba a acrecentar las buenas sensaciones. La vuelta de Carvajal se plasmó con un centro medido que el galés mandaba a la red con la testa. Los mejores presagios se convertían en realidad. El Bernabéu volvía a disfrutar y Bale redondeaba su gran tarde anotando otro gol, como Benzema. Cristiano, sin embargo, estuvo ajeno al festival, aunque lo intentó, y dejó el campo rápido, frustrado.