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Sin entrenador, sin presidente y con dos gallos a la gresca

El fichaje de Carreras se paraliza por la disputa del poder entre sus dos máximos accionistas

Sin entrenador, sin presidente y con dos gallos a la grescaEFE

bilbao - El Mallorca se ha convertido en una jaula de grillos a causa de la bicefalia instalada al mando del club, pero ayer adquirió una dimensión esperpéntica. El pasado lunes la entidad balear anunció la destitución del entrenador, el valenciano José Luis Oltra. Poco después hacía público que Lluìs Carreras, exjugador del Barça y Alavés, entre otros equipos, tomaba el mando de la plantilla bermellona. Ayer por la mañana se confirmaba el cese de Oltra, pero no el fichaje de Lluìs Carreras. El entrenamiento matutino del Mallorca se tuvo que aplazar a la tarde y finalmente se desarrolló bajo las órdenes del técnico despedido, pero todavía interino, ya que la orden de cese aún no estaba escrita en limpio sobre el papel.

Por si fuera poco, el presidente del club, Gabriel Cerdá, emitió ayer una nota a los medios de comunicación anunciando que a partir de ahora no acudirá al palco del estadio Son Moix para no exasperar más los ánimos de la afición, que ha desertado en masa frustrada por la errática trayectoria del equipo, cuya aspiración y meta es regresar a Primera División, pero que se encuentra clasificado en la undécima plaza, con diez puntos menos que el trío que comanda la Liga Adelante (Eibar, Deportivo y Recreativo).

Gabriel Cerdá es un presidente de paja que se ha hartado de ejercer como tal, recogiendo el pimpampum de la hinchada, pero desposeído de toda acción ejecutiva. Cerdá accedió al cargo tras un pacto de sindicación de acciones con el máximo accionista, Lorenzo Serra Ferrer, quien mantiene una lucha sin cuartel con el alemán Utz Claasen, segundo máximo accionista de la entidad balear, por el control del club.

presidente resentido "Es obvio que Classen y Serra tomaron la decisión conjunta de dirigir el funcionamiento del Mallorca, desde el pasado 9 de enero, apartándome de cualquier tipo de decisión y privándome de toda información relativa al club", afirma Cerdá en la nota pública, aludiendo a los nombramientos de los dos apoderados, Tolo Martorell, afín a Serra, y Michael Blum, puesto por el empresario alemán, y el nuevo director deportivo, el exportero Toni Prats, quien a su vez tomó el relevo en el cargo sustituyendo a Serra, dimitido previamente del puesto tras el rechazo por parte de Classen de su propuesta de cambiar de entrenador. Es decir, destituir a Oltra y poner a Carreras en su lugar, cabriola que volvió a repetir el lunes con idéntico resultado, con el rechazo visceral de la otra cabeza que manda en el Mallorca, que despreció la opción de Carreras calificándole de "miniOltra".

Desde luego que Utz Claasen tiene su candidato: el exfutbolista del Mallorca y del Barça Miguel Ángel Nadal, pero al mismo se opone obviamente Serra Ferrer, que conserva el cargo de vicepresidente.

Mientras los responsables del club se pican como gallos, el Mallorca, que descendió la pasada campaña a Segunda División, navega a la deriva. Nunca ha ocupado un lugar entre las seis primeras plazas que optan al ascenso, lleva cinco jornadas consecutivas sin ganar y de los quince puntos en juego solo ha podido sumar tres.