bilbao. El delantero brasileño Julio Baptista se convirtió ayer en el último fichaje del Málaga, próximo rival de los rojiblancos en la Liga, después de que el carioca fuera presentado en La Rosaleda ante 3.500 aficionados. Cansado de su suplencia en la Roma, Baptista llega al club andaluz con el firme propósito de "demostrar lo que fui y el nivel que he dado en la Liga". Con una claúsula de 20 millones de euros, la Bestia se unió así a Enzo Maresca, Martin Demichelis, Ignacio Camacho y Sergio Asenjo, los demás fichajes invernales que la directiva malagueña realizó durante las vacaciones en un último intento por salir de su mala situación liguera, próxima a los puestos de descenso.

Baptista alabó la calidad de sus compañeros recién llegados y certificó que sus objetivos son semejantes a los de la directiva blanquiazul: "Cada uno tenemos unos objetivos que alcanzar y eso nos dará éxito. Una cosa une a la otra, jugadores como nosotros abren la puerta a otros y eso demuestra que hemos venido a hacer algo importante aquí". Sin embargo, individualmente, el delantero brasileño es consciente del por qué de su fichaje y, por ello, prometió "un mínimo de ocho a diez goles porque mi deber es ayudar al Málaga todo lo que pueda".

De esta forma, el técnico del club malagueño, Manuel Pellegrini incluyó a sus nuevas incorporaciones como las principales novedades en la convocatoria para el partido de vuelta de la Copa frente al Sevilla. Este es el intento de revulsivo para hacer frente a un 5-3 en contra y buscar el bálsamo que alivie su pésima situación liguera.

Dos rescisiones Frente a las recientes llegadas se oponen las importantes salidas de dos de los jugadores más veteranos de la plantilla. El primero fue Albert Luque que llegó a un acuerdo con el club andaluz para rescindir su contrato; mientras que el segundo en abandonar la plantilla fue Juanito quien, de esta forma, dice adiós al equipo después de más de una década.