LUGO: Escalona, Cristóbal, Alberto, Aira, Cancela, Poratti (Min. 69, Maikel), Marcos, Arroyo, Fernando (Min. 89, Make), Sergio (Min. 46, Antas) y Losada.

SESTAO: Álvaro, Txejo, Cerro, Bergara, Larreategi, Larrazabal, Izurza, Ibai (Min. 59, Eizagirre), Paredes (Min. 80, Otero), Etxabe (Min. 82, Eder) y Yartu.

Gol: 0-1: Min. 45; Larrazabal.

Árbitro: Ocón Arraiz, riojano. Expulsó a Eizagirre (Min. 77), con roja directa. Amonestó a Larreategi, Txejo y Álvaro.

Incidencias: Unos 1.500 espectadores en el Anxo Carro.

BILBAO. Cinco años después el Sestao River retorna a Tercera. Deja la categoría de bronce con un sabor amargo tras un insuficiente triunfo en el Anxo Carro y con la imagen de un equipo roto, pero entregado a una veintena de aficionados que se desplazaron a Lugo y que recibieron el cariño y las camisetas de los verdinegros tras el doloroso pitido final. Los de Alfonso del Barrio descienden tras un año difícil y después de un final de Liga en la que los de Las Llanas han logrado once de los últimos quince puntos en juego. La debacle nació atrás, en la falta de patrocinio inicial, las lesiones de jugadores clave y la derrota en casa ante la Cultural Leonesa.

Las cosas salieron bien en Lugo, aunque el Guijuelo de Pouso y el Zamora de Liceranzu no fallaron en sus compromisos y el triunfo verdinegro sirvió de poco. La primera mitad mantuvo un choque trabado, muy táctico y con pocos riesgos. Los de casa, que podían optar a la Copa, no querían arriesgar demasiado. Las defensas podían con los ataques.

Los gallegos gozaron de dos ocasiones y los vizcainos de tres pero el tanto no llegaba para ningún bando hasta que Larrazabal enganchó un disparo raso a la salida de un córner y entre una nube de jugadores logró el gol verdinegro.

Tras el descanso, el partido se abrió. El Sestao defendió bien su ventaja aún sabiendo las noticias negativas que recibían de otros campos. Con los cambios se avivó el partido y los de casa notaron la movilidad de Maikel. Eizagirre fue expulsado por una entrada en la medular sobre Cristóbal y los de Alfonso del Barrio tuvieron que sufrir todavía más en la recta final del envite. La despedida fue muy emotiva con los verdinegros volcados con sus aficionados desplazados a Galicia.