Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
La vendimia en Loreako Ama, en Mimetiz
Bizkaiko Txakolina
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
La finca Loreako Ama cuenta con 21 hectáreas y 17 parcelas
Bizkaiko Txakolina
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
La finca Loreako Ama cuenta con 21 hectáreas y 17 parcelas
Bizkaiko Txakolina
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
La finca Loreako Ama cuenta con 21 hectáreas y 17 parcelas
Bizkaiko Txakolina
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
Fintxu Arregi contempla el estado de la fermentación
Oskar González
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
Iñaki Suárez degusta el txakoli elaborado en la bodega
Oskar González
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.
Detrás de una copa de txakoli hay un trabajo de bastantes meses que comienza sin descanso a las 8 de la mañana en los montes vizcainos. En Mimetiz, la finca Loreako Ama, un terreno de 21 hectáreas y 17 parcelas, para conocer el proceso que inicia con la vendimia y concluye con el embotellamiento del producto y la posterior degustación en copa en los distintos puntos del territorio.