EL paradigma Industria 4.0 hace referencia a la llamada 4º Revolución Industrial. El término, que hoy en día está aceptado globalmente, comenzó a manejarse por primera vez en el año 2011 en la Feria Hannover Messe de Alemania, a la cual Euskadi acude por segundo año bajo la marca Basque Industry 4.0. Bajo la esencia de promover la revolución digital de las industrias, se puede decir que la realidad 4.0 contempla todos aquellos cambios que se están sucediendo en la manera en que la industria se desarrolla gracias a las nuevas tecnologías, tales como cambios en los procesos productivos y en los productos, aparición de nuevos materiales y nuevos servicios, nuevos modelos de negocio o manera de crear, entregar y captar valor de los clientes, e incluso, transformación de los perfiles profesionales en la industria.
La Industria 4.0 va más allá de la mera automatización, al comprender la conexión total de todas las partes de las cadenas de valor (usuarios, clientes, proveedores, productores, máquinas, equipos, etc.), generando valor a partir de todos los datos que se pueden recopilar, analizar y utilizar.
Estas y otras muchas conclusiones se han alcanzado durante la celebración el pasado 13 de abril del Encuentro DEIA Mesa de Expertos Industria 4.0 que tuvo lugar en las instalaciones de Innobasque en el Parque Tecnológico de Zamudio y en el que estuvieron presentes Javier Etxeberria, director del Sector Industrial de Ibermatica; Javier Laucirica, director de Investigación de IK4; Gaizka Grajales, consejero delegado del Grupo Alcor; Unai Burgos, consejero delegado de Wimbitek; y, Luis Manero, director de Innovación Empresarial de Innobasque y miembro de la Secretaría Técnica del Grupo de Pilotaje de Fabricación Avanzada, Basque Industry 4.0.
Tras definir las pautas básicas sobre lo que representa hoy en día la Industria 4.0 en la actividad económica, Javier Laucirica aprovechó para definirla como la respuesta a los cambios que se están produciendo dentro del modelo económico vasco, unos cambios que, a su juicio, representan una serie de mejoras que van más allá de lo que supone la productividad, al entenderse como un modelo que garantiza empleo de calidad y sostenible.
Luis Manero, de Innobasque, puntualiza aún más sobre lo que van a suponer las tecnologías 4.0 a la industria vasca. En su opinión, es una necesidad que al mismo tiempo representa una gran oportunidad. “No solo consiste en automatizar y robotizar los procesos de trabajo sino que la Industria 4.0 va a permitir crear nuevos productos y que además serán mucho más personalizados, aportando un valor adicional al cliente o consumidor”.
Una vez establecidos los conceptos cabe hablar también de cómo está reaccionando la industria vasca a toda esta realidad de cambio. En opinión de Laucirica, Euskadi ya está trabajando en ello, aunque todavía hay mucho recorrido que hacer. A su juicio, la empresa vasca está aún un poco lejos de aplicar todos los cambios que supone la Industria 4.0.
Sin embargo, la visión de futuro le resulta enormemente positiva y el mismo experto delimita las mejoras que va a aportar la tecnología 4.0 a la actividad vasca en tres apartados. El primero de ellos tiene que ver con los cambios que representa en los procesos tradicionales. “La Industria 4.0 es una respuesta de supervivencia para las empresas”. El director de Investigación de IK4 coincide con Manero en la necesidad de afrontar estos cambios. Y la buena noticia es que la industria vasca cuenta con una alta implantación tecnológica en sus procesos de producción.
El segundo de los aspectos que Laucirica resalta como ventajoso en relación con la implantación de la Industria 4.0 tiene que ver con las nuevas tecnologías que lo permiten. Por último, y el tercer pilar para Laucirica es la puesta en marcha de una estrategia vasca público-privada para afrontar los retos que suponen los cambios.
Por su parte, y desde la perspectiva que le ofrece el cargo que representa en Ibermatica, Javier Etxeberria realiza una reflexión que, en su opinión, está en la mente de muchas personas a la hora de preguntarse si la Industria 4.0 es algo que suma sobre lo existente o resta. En este sentido, Etxeberria argumenta que todos los mecanismos que se han establecido a nivel institucional han querido mostrar la Industria 4.0 como algo que transforma y que va a venir a incrementar la actividad empresarial. “Pero hay que ver cómo se puede adaptar la empresa a esos cambios tecnológicos y cómo puede aprovechar los recursos de los que ya dispone”, añade.
La integración es, a su juicio, otro aspecto que cobra protagonismo, como la integración de datos o integración de equipos, conceptos ambos que buscan fundamentalmente la máxima agilidad e inmediatez en dar respuesta a la demanda del mercado. Los nuevos modelos de producción ligados a la tecnología y a la información exigen rapidez a la hora de actuar, tomar decisiones y crear ofertas de alto valor añadido.
No obstante, lo interesante es desarrollar modelos para anticiparse a las necesidades futuras de los clientes. En opinión de Etxeberria, la empresa vasca todavía está lejos de alcanzar estos objetivos.
En la vertiente de la empresa privada y bajo la visión que le otorga dedicarse a la fabricación aditiva (proceso por el cual un archivo 3D es convertido en un objeto físico), Gaizka Grajales cree que la industria vasca es capaz de adaptarse rápidamente a las nuevas formas basadas en las últimas tecnologías. “Ahora sí, estamos ante un amplio abanico de sistemas y por ello tendremos que utilizar aquellas tecnologías que sirvan a un proceso concreto y descartar las que no aporten nada”.
Preguntado por el mismo tema, Unai Burgos, de Wimbitek, cree que ahora es cuando se están dando los primeros pasos en la implantación de la Industria 4.0 en Euskadi, principalmente en las empresas tractoras.
Burgos se atreve a mencionar algunos de los miedos a los que se enfrenta la empresa a la hora de afrontar los cambios tecnológicos que requieren los nuevos modelos de Industria 4.0 como son el retorno a corto plazo de la inversión y la aceptación del mercado.
En este sentido, levanta una lanza a favor de esos cambios, ya que “creo que sin lugar a dudas, la inversión que requiere la Industria 4.0 se recupera e incluso permitirá a la empresa crear nuevas vías de crecimiento”.
Bien es cierto que el panorama no se presenta igual para las grandes corporaciones que para las pymes, que se encuentran con ciertas incapacidades a la hora de apostar por la Industria 4.0.
Laucirica está de acuerdo en que las pymes afrontan mayores dificultades, no obstante, el responsable de IK4 saca a relucir cómo en el entramado empresarial de Euskadi hay también pymes que han optado por introducir novedades tecnológicas en sus productos y que representan un ejemplo a seguir .
Tecnologías demandadas Respecto a las primeras necesidades tecnológicas que demanda la industria vasca, los expertos que acudieron a la mesa redonda organizada por DEIA hablan de conceptos como fabricación aditiva, realidad virtual, big data analysis, el internet industrial de las cosas y la robótica, entre otros.
Javier Laucirica clasifica esta demanda en tres grandes bloques; las tecnologías de fabricación (robótica, aditiva...); las tecnologías digitales y avanzadas (realidad virtual) ; y por último, la cibertecnologia.
En referencia al concepto de inteligencia artificial, muy introducido en los avances tecnológicos, Laucirica apunta que su presencia cada vez mayor en los procesos productivos es debido a su abaratamiento. “Hoy en día la inteligencia artificial está cada vez más presente”, apunta.
En cuanto a las oportunidades que abren las tecnologías 4.0 a la hora de crear nuevos modelos de negocio en Euskadi basados en conceptos como la servitización o las plataformas digitales, el punto de partida está en que se den las condiciones necesarias para ello, es decir, acceso fácil a la tecnología y al conocimiento sobre su utilización, así como los recursos financieros que lo puedan hacer posible.
Más allá de la tecnología, el encuentro dejo ver también que existen otros factores no tecnológicos que se consideran necesarios para impulsar la creación de nuevos productos. En este marco, Manero presentó dichos factores bajo la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las oportunidades de negocio que surgen hoy en día y cuáles son las posibilidades de la empresa para hacerles frente? A partir de ahí, existen ya ejemplos recientes de empresas que están creando nuevas oportunidades de negocio al darse cuenta de las ventajas que supone el nuevo modelo frente a la cadena tradicional.
Para dar por concluida esta reflexión sobre los tiempos que llegan gracias a la Industria 4.0, el concepto de ciberseguridad salta a la palestra. Los expertos lo definen como una necesidad en la transmisión de datos. “En cada uno de los niveles que existen hoy en día para mover esos datos la ciberseguridad debe garantizar que la información almacenada esté bien guardada”, apuntan.
Según Unai Burgos, “la tecnología avanza a tal nivel que la seguridad al 100% no existe. En este apartado todavía hay mucho trabajo que hacer”.
impacto de la formación Pero al mismo tiempo que se introducen los cambios tecnológicos en las empresas, toda transformación tecnológica implica una transformación del sistema educativo/ formativo y ésta no va a ser diferente en el escenario que nos ocupa. Es aquí donde cabe resaltar la importancia que debe desempeñar la universidad y los centros de Formación Profesional, principalmente.
Respecto a la formación, Grajales apunta cómo hoy son las empresas que ya están trabajando con Industria 4.0 las que se encargan de formar a sus trabajadores sobre las nuevas manera de producir y los cambios que ello conlleva.
No obstante, cuando se proceda a la implantación generalizada de la Industria 4.0 el papel formativo de la universidad y de los centros formativos va a ser fundamental. El mismo ponente señala hacia la importancia de una interrelación entre la empresa y los centros formativos.
“En cuanto a lo que nos concierne a nosotros, frabricación aditiva, no existe a día de hoy formación reglada”, añade Grajales, del Grupo Alcor.
El caso de Wimbitek es todo un ejemplo de cómo la universidad vasca representa una institución que genera conocimiento y forma talentos para responder a las necesidades industriales actuales y futuras. En el encuentro, Unai Burgos, experto en monitorización y producto-dispositivos GPS, expuso su caso. “Somos una startup que nació en el ámbito universitario gracias a un proyecto que se llevó a cabo en colaboración con la Sociedad de Ciencias de Aranzadi que nos gustó mucho y donde vimos una posibilidad de negocio”.
El espíritu emprendedor de Burgos y de sus socios les llevó a aprovechar las oportunidades que se presentaron y crear Wimbitek.
“Pero antes de empezar a ‘emprender’, realizamos varios cursos, entre los que destacaría el Programa de Emprendimiento y las ayudas de Fomento de San Sebastián, donde realizamos el primer estudio de mercado y plan de negocio”, añade Burgos.
Su experiencia profesional durante los últimos años le permite afirmar que “hacer esto es fundamental antes de lanzarte a la piscina, ya que es una buena manera de ver si tu producto tiene cabida en el mercado y si la empresa que quieres crear puede ser viable”.
En su defensa de la universidad a la hora de formar talentos, el socio de Wimbitek comenta que “durante los 2 años que llevamos en funcionamiento sí nos hemos encontrado personas recién salida de la carrera que han cumplido con nuestros requisitos”.
Burgos puntualiza a su vez que, en su opinión “sí es cierto que el modelo de grado, que prácticamente implica hacer un máster después, puede conllevar un nivel de especialización mayor por parte de los alumnos. Eso sí, siempre y cuando los masters estén dirigidos a formar en materias que el mercado demande”.
Con una propuesta de valor en las IIoTs, “me gustaría recalcar la necesidad de crear dispositivos seguros, una de las cosas en la que estamos trabajando, y también la capacidad que tenemos de crear prototipos rápidos, algo vital en el IIoT, ya que a diferencia de IoT, donde los dispositivos son más Plug & Play, permiten adaptar las soluciones al entorno y a la aplicación que se les quiera dar”, añade Burgos.
Sobre el impacto de la Industria 4.0, este va a recaer sobre todas las áreas de la empresa e incluso llegará a afectar a las funciones, lo que a va implicar un proceso de adaptación y de reciclaje formativo a todos los niveles. Por ello, tanto los que actualmente forman parte del entramado empresarial como aquellos que se encuentren en paro o los jóvenes que estén estudiando van a requerir un proceso de formación específico para hacer frente a los requerimientos que demande la industria 4.0.
En este apartado, Luis Manero no quiere olvidarse tampoco de las nuevas generaciones de nativos digitales, ya que ellos van a tener un papel clave en el desarrollo de la Industria 4.0. “Debemos hacerles entender que estamos ante un momento fundamental de cara al futuro laboral de Euskadi”.
vencer los miedos Como toda buena revolución industrial, la introducción de estas nuevas tecnologías puede acarrear ciertos miedos en la población sobre la desaparición de algunos puestos de trabajo tradicionales.
No obstante, Manero insiste que en Euskadi somos capaces de generar los nuevos perfiles profesionales que demande la implantación de las tecnologías 4.0. “Si no es así, realmente vamos a tener un problema”. A su juicio, “ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto y comenzar a formarse en nuevos contenidos, donde van a surgir nuevas profesiones que abrirán a su vez nuevas posibilidades de empleo”.
El último apunte sobre la revolución que puede acarrear la tecnología 4.0 es que va afectar a todos los roles de la empresa, desde la dirección hasta el último trabajador. “Todos van a tener que aprender a interpretar los datos para tomar decisiones y actuar”.
apoyo institucionalTodo apunta a que Euskadi está bien posicionada para llevar a cabo el cambio que el nuevo modelo basado en la realidad 4.0 va a suponer. Para afrontarlo, desde las instituciones también se están acometiendo acciones que ayuden a esta transformación tecnológica, tanto de las personas y como de las empresas.
Iniciativas como Basque Digital Innovation HUB es una de ellas, un espacio de colaboración público-privada creado para favorecer la transformación de la industria vasca al servicio de los retos planteados.
La suma de Innobasque, SPRI y la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación es otro ejemplo más de colaboración.