Indar Kapital, la sociedad lanzada el pasado mes de marzo por Kutxabank como vehículo de inversión empresarial, trabaja ya en doce operaciones, si bien la mayoría de las cuales “tardará tiempo en ejecutarse”, explicó ayer el presidente del banco vasco, Anton Arriola, que destacó asimismo que la respuesta del entorno “está siendo muy relevante”. Asimismo, en relación con posibles adquisiciones u operaciones de crecimiento no orgánico, Arriola descartó cualquier movimiento en este sentido a corto plazo: “Ahora mismo no hay un proyecto operativo en marcha”.
En una conferencia en Bilbao organizada por Deusto Business Alumni junto a PwC, Arriola expuso los grandes objetivos del Plan Benetan, que marcará la estrategia de la entidad desde este año hasta 2027. Y en esa línea, Indar Kapital se posiciona como una de las apuestas centrales. Nacida con vocación de respaldar empresas del entorno más cercano, contará con una cartera de hasta 500 millones de euros para desarrollar inversiones que, como indicó Arriola, darán forma a “operaciones de tamaño” en “empresas tractoras”. Eso representa “inversiones de un volumen relevante, que puede estar en el entorno de los 100 millones”. No obstante, eso “no quiere decir que no vayamos a hacer una de 50”, al tiempo que también se pretende “invertir en determinadas plataformas de crecimiento”. Arriola recordó que “no hay otros vehículos en nuestro entorno de inversión que tengan esa capacidad financiera”.
Sin embargo, Kutxabank no quiere hacer ese camino sola, e intentará “jugar junto con otros socios”, puesto que se trata de “operaciones donde la necesidad de capital es enorme”. En este mismo aspecto, en el debate recurrente sobre si entrar en Bolsa es un punto de apoyo necesario para maniobras de inversión con esta ambición, Arriola admitió que la “falta de rotación” que está presente en una sociedad de las características de Indar Kapital “dificulta de alguna manera la atracción de determinado perfil de inversor privado”, por lo que una salida a los mercados bursátiles está “en el horizonte” y “puede dar una liquidez”. “Es una ilusión”, subrayó Arriola sobre una hipotética salida a Bolsa de Indar Kapital. “Si sucede, será porque las cosas se han hecho muy bien y la cartera es atractiva”, añadió el presidente de la entidad.
“Indar supone un cambio relevante en nuestro escenario de inversión”, afirmó Arriola, que puso en valor también el “diálogo continuo” abierto en este campo con el Gobierno vasco. De esta manera, Indar Kapital contará con un enfoque centrado tanto en la entrada directa en empresas tractoras como en iniciativas coordinadas junto al Ejecutivo, a través del fondo para el arraigo y la inversión Finkatuz, y en colaboración con actores como family offices o plataformas como la Fundación Artizarra, creada en 2022 por un grupo de empresarios vascos.
De hecho, en el anuncio de su constitución, Kutxabank ya abrió la puerta a una posible cotización futura y subrayó que Indar Kapital está abierto a la “coinversión” con otros fondos con el propósito de generar un efecto multiplicador de los recursos. “El nivel de nuestras empresas es altísimo”, explicó ayer Arriola.
En cualquier caso, Kutxabank quiere que el segmento empresarial sea uno de sus grandes ejes a medio y largo plazo. El presidente de Kutxabank destacó el “empujón enorme” que la entidad ha dado a la actividad en el segmento de empresas, aunque es “un camino largo”. Según indicó, se ha “estructurado ya para realmente poder ofrecer un servicio de primera” y tiene “un perfil de riesgo mucho más abierto hacia las operaciones y financiación”. Así, el “binomio riesgo-rentabilidad” es el vector de actuación, de manera que Kutxabank está avanzando más “hacia una gestión más ágil del riesgo que permita acertar”. En un marco internacional en el que la reindustrialización se presume como fundamental para la protección del sistema de bienestar europeo, en Euskadi “tenemos empresas muy relevantes que hay que saber aprovechar”. “Europa va a sufrir muchos cambios y Euskadi tiene que estar bien posicionada”, añadió Arriola.
El presidente de Kutxabank destacó que se han planteado “ambiciosos objetivos de negocio” para estos tres años, con un crecimiento del 20% en hipotecas y del 35% tanto en como crédito al consumo como en financiación a empresas. La entidad prevé alcanzar un volumen de negocio de 150.000 millones, un beneficio neto acumulado por encima de los 1.500 millones y unos dividendos a las fundaciones accionistas -BBK, Kutxa y Vital- de 1.000 millones. Asimismo, Kutxabank confía en aumentar en 100.000 el número de clientes, crecer un 30% en tres años y alcanzar los 50.000 millones de euros en patrimonio gestionado.
Arriola aseguró que el banco está “continuamente mirando el mercado para pequeñas oportunidades”, pero no ve “fusionarse o comprar” a una entidad de un tamaño similar, una posibilidad que “ahora mismo no está encima de la mesa en absoluto”. A su juicio, “todas las entidades financieras están en un momento muy fuerte” y tienen sus propios “planes de independencia”.