Las empresas del metal de Bizkaia han cerrado 2023 con cifras positivas y con la sensación de haber superado el duro examen del segundo semestre, marcado por un estancamiento de la actividad ligado a los problemas geopolíticos que condicionan la economía en general. El 74,3% de las compañía registró ritmos de producción en línea o mejores de lo previsto. Las carteras de pedidos también tienen bueno tono y la capacidad productiva global está en niveles notables.

Son las claves principales del informe de coyuntura presentado esta mañana por la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM), cuya presidenta, Begoña San Miguel, ha asegurado que las perspectivas para este año son "las mejores desde la pandemia". Solo el 31% de las empresas siderúrgicas del territorio prevén niveles de actividad inferiores al 75%, y la mayoría (55%) apunta a previsiones de actividad de entre el 75 y 100%. Por ello, el indicador FVEM de actividad esperada se sitúa en un 78,9%, el mejor de la serie.

Todo ello en un contexto muy condicionado por factores externos. De hecho, la "debilidad" de la economía estatal e internacional "es en este momento la principal preocupación de nuestras empresas”, ha subrayado San Miguel. Los factores económicos que más preocupan a las empresas, son, en segundo y tercer lugar, los elevados costes laborales y los elevados costes de producción.

Sobre los niveles de empleo, Begoña San Miguel ha destacado que “la recuperación del empleo va por delante de la recuperación de la actividad. Podemos calificar 2023 como bueno, con una variación positiva del 2,7% y un aumento neto de empleo de 1.400 personas afiliadas a la Seguridad Social, aunque en la parte final ha perdido fuerza”. Este año que acaba de empezar presenta unas buenas expectativas, con un 24% de las empresas que prevé aumentar plantilla “con lo que estimamos que el aumento de empleo para 2024 será de 1.000 puestos de trabajo”.