El comercio exterior vasco está resistiendo con nota el complejo ciclo económico actual, marcado por la ralentización de la Unión Europea, los conflictos bélicos en las fronteras del viejo continente y la incertidumbre. A falta de contabilizar los datos de diciembre, Euskadi tiene en su mano marcar un nuevo récord de exportación, a pesar de que durante gran parte del año –entre abril y octubre– las ventas han caído con mayor o menor intensidad. La clave de esta situación hasta cierto punto inesperada es la capacidad de resistencia de las empresas en el mercado doméstico europeo y, sobre todo, el notable crecimiento en América del Norte.

En el acumulado del año pasado hasta noviembre, el comercio exterior vasco ha crecido un 3% en Alemania y algo menos de un 2% en Francia, que son sus principales destinos. Son ritmos bajos si se comparan con la evolución histórica, pero son la base que permite que el balance global sea ligeramente positivo.

En concreto en los once primeros meses del año las ventas han crecido un 0,2%, algo menos de 64 millones de euros. Es una gota de agua dentro de una actividad que el año pasado superó los 32.500 millones, si bien hay que tener en cuenta que la comparación es con los datos del récord. De modo que, aunque al cierre de diciembre no se marque otro máximo histórico, el balance de 2023 será muy positivo.

En este sentido, cabe destacar que las empresas han sabido aprovechar el buen momento de la economía estadounidense y compensar el frenazo en algunos de sus destinos top. Las exportaciones vascas a EE.UU. repuntan un 17,6% en el balance acumulado hasta noviembre y el principal generador de riqueza del planeta se consolida como tercer foco de captación de los productos de las empresas vascas. Esa plaza se la ha disputado tradicionalmente con Reino Unido, pero el Brexit primero y el frenazo de la economía en las islas en estos momentos han permitido que EE.UU. aumente de forma notable su ventaja.

México, otro país de Norteamérica también está teniendo un comportamiento destacado en la evolución del comercio exterior vasco. De hecho, ha superado a China en el ranking de países importadores de Euskadi tras registrar el mayor incremento de los mercados, casi un 25% que contrasta con el descenso del -3,3% de China.

Con todo, la caída más llamativa, todo un desplome (-37%), es la de Países Bajos, que en 2022 superó a Reino Unido y fue el cuarto destino de las empresas vascas y ahora cae hasta la octava posición. La economía holandesa, quinta potencia de la eurozona, entró en recesión en segundo trimestre del año pasado y se está notando en las operaciones.

Sectores

Lo que no cambia son los segmentos en los que las empresas vascas muestran fortaleza. El sector de la automoción concentra casi 8.500 millones de las ventas, un 28% del total. La siderurgia, con algo más de 3.600 millones, mantiene su intensidad de los últimos años pero suma la recuperación de las exportaciones de tubos sin soldadura.

El refino de petróleo, que está notando el descenso de las ventas y del precio, ocupa la cuarta plaza del ránking arancelario, con 1.415 millones hasta noviembre, lejos de los números de 2022, cuando batió su récord (2.620 millones).

La industria ferroviaria acumula operaciones por valor de más de 653 millones y con los datos acumulados hasta el pasado mes de noviembre ya ha superado los números registrados en 2022.

Por su parte, el sector de componentes eléctricos es uno de los principales beneficiados del repunte de operaciones en América del Norte y cerrará un 2023 muy positivo. Las empresas de bienes de equipo también mantienen el tono.

Son las principales líneas de exportación de la economía vasca. Actividades en las que el valor añadido de la tecnología es muy apreciado por los grandes importadores.

Exportaciones

30.265

Las empresas vascas exportaron productos por valor de 30.265 millones de euros entre enero y noviembre del año pasado. A la espera de los datos de diciembre, la CAV puede batir su récord anual de exportaciones, marcado en 2022 con casi 32.500 millones.