JAVIER Madariaga, Víctor Mendiguren, Miguel Gandiaga y Alberto Belaustegui fundaron Ingeteam en Bilbao en 1972. Se trataba de cuatro amigos ingenieros. Su primer empleado fue otro ingeniero: un experto en I+D. Ahora llamaríamos start-up a esa empresa. “El germen son cuatro compañeros en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. Si en lugar de en Olabaeaga hubieran empezado en California, hoy se estudiaría como caso de éxito”, afirma el bacaldés Adolfo Rebollo, consejero delegado de la compañía.

Actualmente Ingeteam prevé una cuenta de resultados en torno a los mil millones de euros y cuenta con una plantilla de 4.900 personas, 520 de ellas enfocadas a la investigación y desarrollo. “Y somos solamente 520 en esa área porque no somos capaces de encontrar todos los ingenieros que necesitamos. Nuestra capacidad de crecimiento está limitada por la posibilidad que tenemos de incorporar talento. Es la gran dificultad a la que nos enfrentamos. La incorporación de ingenieros, de físicos, de matemáticos, por un lado. Y también la incorporación de personal con titulación de módulos de formación profesional adecuados para nuestras actividades en electrónica, electricidad, etc. Hay pocas vocaciones y nos está costando mucho crecer. Pero nuestra idea ha sido siempre y seguirá siendo innovar, diferenciarnos”, explica Rebollo.

La ingeniería bilbaina es un referente en cuanto a suministro de equipos para la industria eléctrica: activos de generación; activos de la distribución; y activos de almacenamiento, generación, transporte inteligente, almacenamiento y consumo de energía eléctrica. Su más alto directivo destaca la capacidad de la empresa para “ser flexibles y entender las necesidades de nuestros clientes y diseñar planteamientos desde la comprensión de la solución”.

Quizá esa haya sido una de las claves para convertirse en proveedores preferente de las grandes utilities internacionales del sector d eléctrico. “Hace solamente seis años, por ejemplo, Iberdrola era un cliente más; a día de hoy, Iberdrola, ENEL y otras son grandes clientes nuestros con cifras de negocio muy importantes; estamos muy cerca de las utilities innovadoras, de las utilities que apuestan por las renovables”, desvela Rebollo.

Una cercanía que aporta mucho más que números. “De la mano de esos grandes resulta más fácil que, cuando ellos crecen, te lleven a Estados Unidos, a Brasil, o allá donde vayan; realmente, la expansión internacional que realizas la cumples apoyando a tus clientes internacionales”. Aunque, el directivo de Ingeteam también narra una ruta a la inversa.

“Iberdrola y Wisconsin Energy han cerrado una operación para la que nosotros les pusimos en contacto; este algo que permite el networking internacional, un win-win, estamos todos para ayudarnos”, manifiesta un Rebollo que fue el jefe de proyecto de la planta de Ingeteam en Milwaukee, visitada recientemente por el presidente Joe Biden, cuyo gabinete apuesta decididamente por las energías limpias.

Todo un orgullo para aquellos ingenieros de Bilbao que, primero formaron su empresa, y después, transitaron de lo industrial a lo eléctrico. “Hace mucho, cuando la gente pensaba que éramos unos locos, Alberto Belaustegui y otros cuantos ya estaban dándole a la manivela con los molinos eólicos: fuimos la primera empresa que contó con tecnología eólica de velocidad variable, que es lo que hoy en día equipa el 90% de las turbinas del mundo; demostramos que nuestra tecnología era capaz de producir un 30% más de energía que la turbina con la tecnología de velocidad fija o de lo que se llamaba de resistencia. A partir de ahí, Gamesa incorpora nuestra tecnología y luego otros nos siguen la pista. Eso fue hace más de 25 años, y hoy, claro, somos un líder en eólicas”, asevera el directivo.

Ingeteam participa en la tecnología del electrolizador relacionado con el hidrógeno verde o en la tecnología de las baterías, acaban de montar una para USA que podría suministrar la energía que Bilbao necesitaría durante 7 horas. “Pero nuestras competencias clave residen en la electrónica de potencia, en el control, en las máquinas, los motores y los generadores; en esas áreas, nuestra vocación es estar siempre un paso por delante”, concluye Rebollo.

Con ese objetivo, y como hicieron los fundadores, buscan talento.