El deterioro de la actividad de las fábricas de la zona euro se agravó en abril, cuando el índice PMI cayó hasta los 45,8 puntos desde los 47,3 del mes anterior, lo que representa la peor lectura del dato en casi tres años, según S&P Global y Hamburg Commercial Bank. Con estos datos, que suponen el primer retroceso desde enero de este año y el más intenso desde mayo de 2020, durante la primera ola de confinamientos por la pandemia, el indicador acumula diez meses consecutivos por debajo del nivel de los 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.

“Esta debilidad probablemente tiene que ver con el hecho de que muchas empresas hicieron acopios masivos de inventarios debido a las tensiones que afectaron a las cadenas de suministro durante mucho tiempo y ahora están descubriendo que se excedieron en su precaución”, apunta Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank. En este sentido, la encuesta manufacturera de abril muestra “evidencias claras de exceso de capacidad”, ya que los pedidos pendientes de realización cayeron por undécimo mes consecutivo y al mayor ritmo desde noviembre del año pasado, mientras que la actividad de compra de las empresas también disminuyó ante unas menores necesidades de producción.

Por otro lado, de cara al futuro, los fabricantes de la zona euro se mostraron optimistas respecto al crecimiento a lo largo de los próximos doce meses, lo que se reflejó en una mejora de la confianza y en el aumento de la fuerza laboral por vigésimo séptimo mes consecutivo, aunque la tasa de creación de empleo fue la más lenta desde febrero de 2021.

De los ocho países cubiertos por el estudio, que representan el 89% de la actividad manufacturera de la zona euro, ocho de ellos se mantuvieron por debajo del umbral del 50%. Los peores datos se registraron en Austria (42 puntos) y Alemania (45.5 puntos). El único país que registró una expansión en abril fue Grecia, que registró 52.2 puntos. Por su parte, el PMI del Estado cayó a los 49 puntos desde los 51.3 registrados en marzo y vuelve a la zona de peligro debido a la caída de los nuevos pedidos y a la ralentización del crecimiento de la producción.

La contracción de la actividad manufacturera del Estado responde a una caída adicional de los nuevos pedidos y a la ralentización de la producción, lo que llevó a una reducción de la actividad de compras y de los inventarios a medida que las empresas ajustaron las cargas de trabajo, mientras que las condiciones del mercado contribuyeron a aliviar las presiones de la inflación y el suministro. En esta línea, Cyrus de la Rubia destaca que la recuperación del sector manufacturero en España que había comenzado a principios de año se ha interrumpido en abril. No obstante, el experto subraya que, a pesar de esta interrupción, las empresas manufactureras han seguido aumentando sus plantillas, incluso a mayor ritmo que el mes anterior, mientras que, por segundo mes consecutivo, disfrutaron de precios más bajos.

“En general, cabe señalar que continúa el débil impulso que ya se observa en el sector manufacturero español desde principios de 2021. No obstante, el crecimiento del empleo y una cartera de pedidos históricamente alta son indicadores de que no debería observarse una recesión en este sector a corto plazo”, añade.

Los datos

50%

Por países. De los ocho países cubiertos por el estudio, que representan el 89% de la actividad manufacturera de la zona euro, ocho de ellos se mantuvieron por debajo del umbral del 50%.

49 puntos

Estado. El PMI del Estado cayó a los 49 puntos desde los 51.3 registrados en marzo y vuelve a la ‘zona de peligro’ debido a la caída de los nuevos pedidos y a la ralentización del crecimiento de la producción