El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, afirmó ayer que los complementos de pensión por jubilación demorada crecieron un 65% el pasado año, mientras que el porcentaje que retrasa su edad de jubilación “ha ido aumentando y en 2022 fue del 5,4%”. “No son grandes cifras, pero vamos mejorando”, valoró el también titular de Migraciones en su intervención ayer en el acto La revolución senior, organizado por el digital 65ymás.

Actualmente, los incentivos a la jubilación demorada pueden percibirse o bien mediante el mencionado complemento o a través de un único pago en el momento de la jubilación, que Escrivá cifra en una media de 13.000 euros por año demorado, aunque indicó que se han abonado pagos “de más de 200.000 euros”.

“Los incentivos funcionan, los cambios normativos eran importantes y ahora puede ser más fácil propiciar el cambio cultural dentro de las empresas para que se trabaje más tiempo”, aseveró el ministro, quien aseguró que ahora “queda trabajar más en la jubilación activa y parcial”, algo que tratará próximamente con los agentes sociales.

Escrivá lamentó que en el Estado español se había instalado una idea, según la cual el empleo sénior era sustitutivo del júnior, que “se ha demostrado falsa”, ya que ambos tipos son “complementarios”, y defendió el valor que los trabajadores sénior aportan a la empresa. “Solo desde el cortoplacismo de cuenta de resultado rabiosa se puede entender el prescindir de trabajadores experimentados para sustituirlos por trabajadores muy jóvenes con salarios mucho más bajos”, zanjó el titular de Seguridad Social.

En este sentido, Escrivá señaló que hay espacio para “trabajar más en jubilación activa y parcial”. “Hay que dar una vuelta al contrato de relevo, que potencialmente puede funcionar bien. Igual hay que hacer algunos ajustes”, apuntó. Escrivá explicó que ya existe un proyecto piloto al respecto, que se ha aplicado a los médicos de atención primaria y pediatras para que puedan continuar con su actividad laboral a tiempo completo, y a tiempo parcial, con un aumento del porcentaje de pensión compatible con el trabajo del 50% al 75%. En este sentido, el ministro apostó por hacer “ensayos” con este tipo de iniciativas para “tener más seguridad de que este tipo de dinámicas son claramente positivas”.

Sin embargo, el titular de la Seguridad Social insistió en que más allá de los cambios normativos, existe “un problema cultural en el ámbito de las empresas”, en las que no se valora el talento sénior ni se adaptan sus carreras para que se puedan prolongar. Y es en este punto cuando cuestionó la idea “falsa” de que el empleo sénior se pueda sustituir por el junior. Para Escrivá, esto solo se puede entender “desde el cortoplacismo de la cuenta de resultados”, ya que no debería prescindirse de trabajadores experimentados para sustituirlos por jóvenes solo por cuestiones económicas. “Es un ejercicio miope”, agregó.

El ministro también se refirió a la reciente modificación del sistema de pensiones, que se sustenta en un “marco de sostenibilidad muy elaborado”, para reforzar la tensión que vivirá el sistema en la década de los 30 y de los 40.

EN DATOS

13.000 euros

Complementos de pensión. Los incentivos a la jubilación demorada pueden percibirse o bien mediante el mencionado complemento o a través de un único pago en el momento de la jubilación, que Escrivá cifra en una media de 13.000 euros por año demorado, aunque indicó que se han abonado pagos “de más de 200.000 euros”.

“Activa”

Jubilación. Según el ministro, ahora “queda trabajar más en la jubilación activa y parcial”.