El ministro de Transportes italiano, Matteo Salvini, insistió ayer en que para él “la partida no ha terminado”, en relación a las negociaciones con la Comisión Europea (CE) por la legislación que prohíbe la venta de coches que emitan CO2 a partir de 2035.

“También gracias a la contribución decisiva de Italia, la CE ha revisado su ‘stop’ a los motores de combustión desde 2035. Bruselas anunció que se abre a los e-fuel: nosotros pensamos que es razonable incluir también a los biocarburantes”, declaró Salvini en un comunicado. El ministro aseguró que su prioridad es “cuidar el medio ambiente” pero también “proteger miles de puestos de trabajo y empresas, en Italia y Europa, para no entregárselos a China”.

Salvini había liderado junto a su homólogo alemán la negativa a la primera versión de la norma elaborada por la Comisión. Sin embargo, el sábado la CE anunció haber alcanzado un acuerdo para que Alemania levante su veto a la legislación ya negociada y pactada, con la inclusión de los combustibles sintéticos.