Hace un mes, el primer aerogenerador flotante del mar cantábrico se botaba en el Puerto de Bilbao en un acto que suponía un hito para el desarrollo de las energías renovables en el norte del Estado. El molino DemoSATH, situado en el puerto de Armintza, fue aprobado en presencia de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Esta instalación se ancla a 85 metros bajo la lámina de agua y conecta con una línea de evacuación de alta tensión para producir energía para unas 2.000 viviendas gracias a sus dos megavatios (MW) de potencia.

Entre este despliegue de la eólica flotante destaca una empresa: Saitec. La ingeniería vizcaína, junto con el apoyo del gigante alemán de las renovables RWE Renewables, fue la que firmó este proyecto que busca producir una energía más limpia y alejada del impacto medioambiental que un parque eólico terrestre puede suponer. Esta instalación se apoya en la innovadora tecnología SATH (Swinging Around Twin Hull), que consiste en una barcaza de doble casco, con dos flotadores cilíndricos de hormigón a ambos lados. Se trata de un catamarán fabricado íntegramente en hormigón que abarca 2.000 metros cuadrados, 30 metros de manga y 64 metros de eslora. Que esté construido en este material aporta muchas facilidades al proceso ya que no hace falta un astillero y las estructuras flotantes se pueden armar en el propio puerto, muy cerca del lugar al que se ha de remolcar el molino. Además, el hormigón aporta más durabilidad a la estructura por la resistencia que ofrece. Tiene un único punto de fondeo, lo que le permite alinearse con la dirección del viento para aprovechar al máximo la energía eólica en cada momento.

La idea de la barcaza flotante está pensada para las aguas en las que la profundidad no permite la instalación de aerogeneradores marinos con base fija, como ocurre en el Cantábrico.

Tres botaciones

Si este proyecto avanza con unos buenos niveles de producción, será el primer paso para seguir construyendo instalaciones de este tipo. Concretamente en el año 2025 están previstas tres botaciones más para instalaciones más grandes que podrían convertir Euskadi en el gigante de la energía eólica marina. La idea que hay ahora mismo sobre la mesa es la de crear el parque Geroa, con tres grandes molinos de 15 MW de potencia cada uno para sumar 45 MW de potencia y situarlo frente a las costas de Gorliz-Plentzia, pero a una distancia tan grande de las playas, que los molinos difícilmente podrán ser visibles.

Esta podría convertirse en la mayor instalación de este tipo en toda la península. Para ponerlo en perspectiva y, según el proyecto previsto en estos momentos, la plataforma en la que se instalarán los tres aerogeneradores de 15 MW ocuparían el espacio de un estadio de fútbol y llegarían a alcanzar una altura de 110 metros sobre el nivel del mar, lo que es una altura equiparable a un edificio de unas 36 plantas aproximadamente. El diámetro del roto de la turbina, es decir, la circunferencia que dibuja la turbina con el giro de las aspas, sería del doble respecto a DemoSATH, alcanzando los 170 metros aproximadamente.

El apunte

DemoSATH. Esta instalación se ancla a 85 metros bajo la lámina de agua y conecta con una línea de evacuación de alta tensión para producir energía para unas 2.000 viviendas gracias a sus 2 MW de potencia.

Geroa. La idea es la de crear el parque Geroa, con tres grandes molinos de 15 MW de potencia cada uno para sumar 45 MW de potencia y situarlo frente a las costas de Gorliz-Plentzia, pero a más de 10 kilómetros de las playas, que hará difícil la visión de los molinos.