Con la inflación por las nubes, el carburante rompe récords y se sitúa en los precios más altos de la historia. Febrero comienza con las gasolineras en cifras que no se veían desde hace diez años, aunque no todas se mueven al mismo ritmo. Bizkaia tiene un puñado de estaciones con precios sensiblemente más bajos que la media, mientras que en el otro lado de la balanza hay otras que superan de largo los 1,5 euros por litro en el caso del gasoil y 1,6 euros la gasolina Super 95. La diferencia entre unas y ronda los 22 céntimos por litro, lo que para un depósito de 55 litros supone una brecha de en torno a doce euros.

Los vizcainos que más ahorran a la hora de repostar su vehículo son los que llenan el depósito en Urbi Low Cost, en Basauri, estación de servicio que lleva años entre las más asequibles del territorio. En esta gasolinera el precio del diésel, que viene subiendo con fuerza en las primeras semanas del año, resiste en 1,337 euros, lo que contrasta con el precio de 1,56 euros que hay que pagar en la estación vizcaina más cara, según datos del portal del Ministerio para la Transición Ecológica geoportalgasolineras.es, actualizados ayer. Durante la semana ha habido incluso alguna gasolinera del territorio que ha vendido el diésel a 1,58 euros.

Siguiendo con los establecimientos más baratos, un peldaño por encima del nivel de Urbi Low Cost se sitúa Alcampo, en la carretera de Elorrio, en el municipio de Durango, con 1,355 euros. Prácticamente al mismo nivel está Ballenoil, en el Barrio Balparda de Santurtzi, con 1,357 euros por litro, según la web del ministerio.

Estas tres gasolineras, en Basauri, Durango y Santurtzi, presentan también los precios más bajos en la gasolina Super 95 con una única excepción. Se trata de la gasolinera Bideko, en Larrabetzu, que tiene un precio de 1,439 euros el litro de super, el más bajo del territorio. Las otras tres estaciones están un céntimo por encima en el caso de Basauri y tres céntimos en el caso de Durango y Santurtzi. En cambio, Bideko no se encuentra entre las vizcainas más baratas para el precio del gasoil, por lo que solo interesará a quienes tengan un coche de gasolina.

GASOLINERAS MÁS CARAS

A partir de ahí los precios van variando en función del municipio, si bien la mayor parte de las cifras pivotan en torno al euro y medio en el caso del diésel y entre 1,60 y 1,62 en el de la gasolina. En el otro extremo, los precios más caros se encuentran según los datos publicados ayer jueves (la web del ministerio va actualizando precios a medida que los comunica cada negocio, motivo por el que el ránking cambia cada día) en el Polígono El Árbol de Santurtzi, con 1,559 euros el litro de diésel y 1,654 euros la gasolina. Curiosamente el municipio de Ezkerraldea cuenta con la estación más cara y con una de las más baratas.

Le siguen la gasolinera Repsol, ubicada en el viaducto de Miraflores, en Bilbao, con unos niveles ayer de 1,649 la Super 95 y 1,559 el gasoil. El tercer cajón del podium lo ocupa la estación Cepsa de Elorrio, en el barrio San Fausto (1,555 euros el diésel y 1,649 euros la gasolina).

De esta forma, llenar el depósito de gasoil en la Cepsa de Santurtzi cuesta casi 86 euros, mientras que en las más baratas del territorio serían unos 74 euros, es decir, doce euros menos. En el caso de la gasolina la diferencia sería muy similar, entre once y doce euros, ya que el coste para un depósito de 55 litros sería de casi 91 euros en las gasolineras más caras y de algo más de 79 en las low cost.

SUBIDA DE PRECIOS

En enero la luz ha dado un cierto respiro a las economías familiares, pero no así los carburantes, que mantienen la tendencia al alza y ya están en máximos históricos en el Estado español. Los precios llevan en curva ascendente desde finales de 2020, con un pequeño frenazo este pasado verano.

El motivo de esta escalada es el aumento del coste del petróleo Brent a la vez que se incrementa la demanda por la mayor movilidad una vez relajadas las restricciones aprobadas por el virus. Las tensiones geopolíticas entre Ucrania y Rusia tampoco ayudan a que se pueda vislumbrar un abaratamiento del crudo a corto plazo.

En el último año sube algo más el diésel, de media un 26%, mientras que la gasolina lo ha hecho un 24%. Dos incrementos que superan con mucho el aumento medio de los precios el año pasado (6,5%).