La perspectiva para la Acería Compacta de Bilbao (ACB) mejora y, aunque se mantiene la previsión de parar la producción en noviembre, el grupo Arcelor Mittal cuenta con reanudar la producción en enero y mantiene por tanto los planes expansivos para el próximo ejercicio.

Así lo indicaron ayer miércoles a este periódico fuentes de la multinacional siderúrgica, que explicaron que, pese a las incógnitas relativas al coste de la electricidad y a la negociación del convenio, la intención es mantener los planes para 2022, que pasan por poner en marcha la segunda línea de colada continua, que llevaba años parada, y alcanzar 1,6 millones de toneladas de producción en el año 2023.

Se mantiene la intención de parar la fábrica este mes, aunque probablemente unos días más tarde de lo previsto, con la intención de disponer de algo más de un mes para llevar a cabo labores de mantenimiento y la preparación de esa segunda línea para tenerla disponible después de las navidades, donde se enfocarán las inversiones anunciadas el pasado verano.

La empresa rebaja así la incertidumbre en su última planificación para Sestao, que dulcifica el mensaje trasladado a los sindicatos la semana pasada. La parada programada para noviembre supondrá la salida de eventuales, pero la empresa señala que podría volver a contar con ellos a medida que la producción vaya incrementándose el año que viene.

En cuanto a la reapertura en enero, la dirección no confirma una fecha y sostiene en todo caso que esta va a estar ligada a los costes de la electricidad. Solo habría un retraso en la reanudación de la actividad en caso de que la luz siguiera en niveles desbocados, aunque en todo caso la intención es volver después de las navidades. Por otro lado, la empresa mantiene su intención de incluir en el convenio cambios que permitan reordenar el área de mantenimiento, para lo que pide diálogo a los sindicatos.