La edad media de los conductores de camiones en el Estado y Euskadi es de 50 años. “Y si no hay relevo para esa generación, lo que está pasando en Reino Unido va a ser lo que va a pasar en los países de Europa también”, advierte Sonia García Díaz, la presidenta de la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Bizkaia (Asetrabi).La falta de camioneros ha dejado sin suministro a las gasolineras y supermercados del Reino Unido y ha provocado una crisis sin precedentes en el país, que amenaza incluso la Navidad. La escasez de mano de obra en el transporte, un sector con condiciones muy duras, no demasiado bien pagado y en el que la falta de seguridad en las áreas de descanso es un gran problema que se replica también en Europa, aunque no con tanta intensidad. Y es que las nuevas normas de residencia y el caos regulatorio en las fronteras tras el Brexit han provocado el éxodo de gran parte de los conductores extranjeros sin que se produzca un relevo, lo que deja a Reino Unido ante la necesidad acuciante de atraer 90.000 nuevos transportistas.

Para hacer frente a esta situación, el primer ministro Boris Johnson ha enviado 200 militares para repartir combustible como medida de emergencia y ha decidido conceder 5.000 visados de entrada para tres meses a transportistas extranjeros, dando con ello un paso atrás en el Brexit. Sin embargo, esta medida parece que no está teniendo mucho éxito, ya que hasta el martes solo habían recibido 127 solicitudes.

“Tras el confinamiento y el relanzamiento de la economía se ha incrementado el consumo y hacen falta más trabajadores, más conductores para que se transporten esas mercancías, y si no los encontrábamos antes, ahora muchísimo peor”, sostiene García Díaz. Y el principal motivo es que no hay relevo generacional. Ya en junio, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), dio la voz de alarma durante su asamblea general. “Si la falta de conductores profesionales en nuestro país continúa acentuándose, en la próxima década perderemos más de un tercio de nuestras plantillas. Hay que poner remedio a este problema, así como a la excesiva burocracia y a la presión normativa que asfixia al sector”, aseguró entonces su presidente, Marcos Basante.

Según expertos logísticos y de empleo, en el Estado hacen falta entre 5.000 y 15.000 nuevos conductores para permitir el relevo generacional y evitar que se agraven los problemas de suministro. Es más, aproximadamente una de cada cinco ofertas de trabajo en el transporte no se cubrirán ese año, según datos del sector. El gremio del transporte calcula que, para 2030, el Estado español habrá perdido a un tercio del total de sus conductores. Y en Europa la situación es similar: la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), patronal a nivel europeo del transporte, cifró en un 25% la pérdida de conductores profesionales en 2020 para toda Europa. “Parece que no hacemos atractiva la profesión y no conseguimos que las nuevas generaciones quieran ser conductor de camión”, lamenta la presidenta de Asetrabi, que reclama a la Administración que actúe en un problema que ya está causando retrasos en la entrega de suministros.

“Deberían hacer algo para facilitar a las empresas que podamos contratar a conductores con algo ya de experiencia, conductores nuevos pero con formación y que esa formación no sea solo a costa de la empresa que los vamos a contratar. Cuando contratas a un conductor le vas a poner en un vehículo que te cuesta el conjunto entero unos 150.000 euros, no es que no queramos a gente sin experiencia, es que no estamos arriesgando una silla de una oficina, estamos arriesgando muchísimo más”, explica.

El sector lleva años pidiendo a la Administración apoyo para atraer profesionales a la carretera. Para ello ha demandado eliminar la barrera económica -la formación para vehículos pesados puede llegar a costar hasta 6.000 euros- e impulsar a través de la formación profesional dual la llegada de empleo joven al sector.

Retrasos

Para el secretario general de Cebek, Francisco Javier Azpiazu, la falta de transportistas es solo uno más de los problemas a los que se enfrentan las empresas actualmente. “El problema es mayor, a la vuelta de la pandemia y cuando estamos normalizando la actividad económica, nos estamos encontrando con problemas de abastecimiento de algunos productos ligados al incremento de la demanda industrial y de consumo, al encarecimiento de las materias primas como es el petróleo, al incremento de los precios de la energía... y a esto le sumas los problemas de carestía en lo que son los contenedores que usan muchísimas compañías para desplazar sus productos. El precio del transporte de containers se ha multiplicado por cinco o por seis en los últimos meses. Esto, las empresas lo están notando”, explica Azpiazu. No obstante, asegura que “no tengo la percepción de estar en una situación como la de Reino Unido” y vincula los retrasos que pueden estar sucediendo al aumento de la actividad tras la pandemia.

No opina lo mismo la presidenta de Asetrabi. “Al final somos un sector muy duro y acabamos saliendo de donde sea para que nuestros clientes finales tengan el servicio, pero llegará un momento en que ya no se puede estirar tanto la goma”, advierte. Además, García Díaz se muestra muy crítica con el trato reciben los conductores. “El trato que están recibiendo ya hace mucho es cada vez peor. Se les hace esperar exageradamente, dándoles a entender que sus horas sí que valen pero las de los conductores no. Con la pandemia, además, se han reducido horarios, tenemos que andar con el tiempo detrás para poder llegar a los sitios o, a veces, no llegar”, lamenta.

“Y otra cuestión es que dependemos de una normativa de horas de conducción y descanso, que tenemos que cumplir y hay que acabar a ciertas hora del día sí o sí. No puedes estar parado casi todo el día y luego continuar, tenemos que cumplir una serie de normas que nos obligan a parar en ciertos momentos. Y cargar y descargar no tendría que ser trabajo del conductor que transporta la mercancía, tiene que ser de la fábrica a la que vas. Luego espérate en sitios en los que muchas veces no tienen un mínimo de servicios”, enumera la presidenta de Asetrabi.

Relevo generacional. Según expertos logísticos y de empleo, en el Estado hacen falta entre 5.000 y 15.000 nuevos conductores para permitir el relevo generacional y evitar que se agraven los problemas de suministro.

Ofertas de trabajo. Una de cada cinco ofertas de trabajo en el transporte no se cubrirán ese año.

Un tercio. El gremio del transporte calcula que, para 2030, el Estado español habrá perdido a un tercio del total de sus conductores.

Pérdida de conductores. La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), patronal a nivel europeo del transporte, cifra en un 25% la pérdida de conductores profesionales en 2020 para toda Europa.

Consecuencias del Brexit. Las nuevas normas de residencia y el caos regulatorio en las fronteras tras el Brexit han provocado el éxodo de gran parte de los conductores extranjeros sin que se produzca un relevo, lo que deja a Reino Unido ante la necesidad acuciante de atraer 90.000 nuevos transportistas.

Soluciones. Boris Johnson ha enviado 200 militares para repartir combustible como medida de emergencia y ha decidido conceder 5.000 visados de entrada para tres meses a transportistas extranjeros.

“Si antes no encontrábamos conductores, ahora es muchísimo peor”

Presidenta de Asetrabi

“No tengo la percepción de estar en una situación como la de Reino Unido”

Secretario general de Cebek