Los accionistas de IMQ aprobaron ayer miércoles la venta de acciones de la Sociedad de Médicos a SegurCaixa Adeslas. La propuesta de la aseguradora, que ha sido asumida por el consejo de administración, se impuso en una tensa junta de accionistas en la que se reflejó la división de los socios en dos grandes bloques. Es cierto que el 58% de los socios dieron luz verde a la operación, una mayoría considerable. Pero el sector crítico liderado por Ademi conserva una fuerte representación y el debate interno seguirá vivo.

De hecho, lo que se aprobó ayer miércoles es un otro paso en el proceso iniciado en octubre del año pasado y tendrá que ser refrendado en una junta extraordinaria. El consejo acudirá a esa reunión con una propuesta ya cerrada, después de elaborar una auditoría interna para, entre otras cuestiones, confirmar el valor de compra. También presentará una modificación de estatutos que permita a Adeslas entrar en la Sociedad y consultará al regulador del sector seguros si la operación se ajusta a la normativa y a las reglas de la competencia.

El consejo también tendrá que desatar el que en estos momentos es el nudo que condiciona todo: la capacidad de veto del Montepío del Igualatorio a la entrada de un accionista que no sea médico. A su vez el acuerdo con Adeslas está condicionado a poner fin a los frentes judiciales abiertos. Ambas cuestiones son ahora mismo un dique y, aunque el consejo mostró ayer miércoles su confianza en resolverlas, lo cierto es que todo está en el aire. Sujeto a un entendimiento que no ha sido posible los últimos meses.

Tras dos años de tensiones y enfrentamiento personal entre algunos accionistas, los propietarios de la Sociedad de Médicos han decidido abrir la puerta a la aseguradora de Caixabank y Mutua Madrileña, que reforzará su presencia y controlará el grupo en el futuro a medida que aumente su presencia en el accionariado. El resultado de la junta de ayer fue más claro de lo que se intuía en un principio. El consejo logró el respaldo de 629 accionistas y Ademi recibió el apoyo de 436. Votaron en un sentido o en otros 1.065 socios, casi el 94% del capital.

Ese resultado tendrá que ser refrendado en una junta extraordinaria posterior, ya que técnicamente los accionistas han facultado al consejo "a seguir negociando los términos" de la propuesta de Adeslas y realizar "los actos necesarios para dar cumplimiento a las condiciones establecidas para la materialización de la operación". Según explicó el asesor del consejo, Pedro Chacón, la dirección del Igualatorio confía en que los accionistas puedan vender sus acciones a Adeslas en un plazo de seis meses. La hoja de ruta plantea una segunda ventana de compras dentro de tres años y a partir de ahí cada dos años habrá un nuevo ciclo de operaciones. El precio de las dos primeras ventanas será 255.000 euros por paquete de 1.000 acciones y después se fijará un valor en función de la evolución de la compañía.

Según detalló Chacón, Adeslas solo comprará acciones si hay más de 100 médicos interesados en vender -un sondeo del consejo apunta a que 376 socios quieren irse ya-. Además, el asesor del consejo sostuvo que se "incentivará todo lo que se pueda" la compra de acciones por parte de facultativos del cuadro médico. Con todo, Chacón admitió que la aseguradora de Caixabank y la Mutua Madrileña ganará peso en el accionariado gradualmente: "Cuantos más médicos entren en el accioniariado, más se retrasará la toma de una participación significativa de Adeslas".

No obstante añadió que eso no supondrá un cambio drástico ya que la gestión seguirá siendo "compartida". "Ni teníamos un control absoluto, ni lo vamos a perder", dijo en relación a la obligación actual de consultar con Adeslas todas las decisiones relevantes que tome el consejo.

Vendedores potenciales376Primera ventana

Según la encuesta que hizo pública ayer el consejo, 457 médicos de IMQ están dispuestos a vender sus acciones. De ellos, 376 lo harían en el momento inicial.