El Gobierno vasco enfrió el jueves las expectativas que se habían generado en torno a su entrada en el capital de ITP acompañando a una operación liderada por Aernnova para la toma de control en la compañía aeronáutica vasca. Sobre el papel se trataría de una operación que suena bien en Lakua: una empresa vasca que adquiere una participación mayoritaria en otra también con sede en Euskadi.

La música suena bien. Sin embargo, la letra, sobre todo la pequeña, es más compleja de lo que pudiera parecer. El primer movimiento le corresponde en todo caso a Aernnova -que de momento no ha mostrado sus cartas- y mientras tanto el Ejecutivo no puede restar recorrido a otras alternativas. En esa tesitura, el Gobierno solo puede esperar acontecimientos y no condicionar el proceso dando su apoyo a un candidato en detrimento de otros.

Por ello, tras varios días de rumores, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, aseguróel jueves que el Ejecutivo no puede pronunciarse "a favor ni en contra" de ninguna de las ofertas de compra de ITP. El fabricante de motores aeronáuticos lleva meses en venta, pero su propietario, Rolls Royce, ha mantenido el proceso fuera de foco. La discreción es un activo en este tipo de operaciones y el silencio de las dos compañías es total. Por ello, Tapia optó ayer por un perfil bajo, sin entrar al detalle, en su intento de poner las cosas en su sitio.

La consejera, en declaraciones a los periodistas en el Parlamento Vasco, lamentó que en torno a este tema se han difundido informaciones "que no son exactamente correctas".

Discreción en el proceso

Además, manifestó que con las noticias sobre una eventual participación del Gobierno Vasco en una operación de compra de ITP, "no se facilita avanzar en el proceso" para la adquisición de la empresa.

Por ello, insistió como hizo el miércoles que para el Gobierno vasco "lo importante" en este proceso de compraventa es cuál es el proyecto que se quiere llevar a cabo con ITP. Así, explicó que existe "más de una opción de compra", y afirmó que el Ejecutivo está "en primera línea", hablando con cada uno de los compradores y "analizando diferentes opciones".

"Para nosotros es relevante que sea un proyecto industrial, afincado, ubicado y arraigado en Euskadi, que genere empleo, y que tenga vocación de futuro", manifestó, para agregar que a partir de ahí, "cualquiera de las ofertas que pueda garantizar eso, contará con el beneplácito y la colaboración del Gobierno vasco".

Tapia subrayó que en este momento el Gobierno "no se pronuncia ni a favor ni en contra de ninguna de las opciones", ya que este es un proceso todavía "incipiente", que requiere de "discreción y trabajo".

Respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo pueda participar en una operación de compra de ITP junto a Aernnova, explicó que esta empresa es "una opción", como también lo es la de Aciturri o Sener. "Hay múltiples empresas que, hipotéticamente, pueden estar interesadas en participar en ese proceso", destacó.

Tapia señaló que si esto se confirma, y si existieran varias empresas vascas, españolas o internacionales interesadas en la adquisición de ITP, el Gobierno Vasco "no podría tomar participación en una de ellas en el momento inicial". "No es lógico que un Gobierno actúe así", explicó.

No obstante, afirmó que una vez que se analicen todos los proyectos y se determina que el ganador de la oferta por ITP "cumple los requisitos" planteados por el Gobierno Vasco, este "se podría plantear" la participación en dicho proyecto. "Por supuesto. Ya fuimos accionistas de ITP en el pasado", recordó.

Tapia también se pronunció sobre La Naval. Así, advirtió de que "no es inteligente" lanzar "piedras" contra un inversor que, como el grupo belga VGP, pretende impulsar un proyecto que generará "riqueza y empleo" en los terrenos del antiguo astillero La Naval, en Sestao, aunque remarcó que el Gobierno Vasco tratará de convencer a este grupo para incrementar el calado industrial de su propuesta, incluyendo, incluso, cierto componente de actividad naval. Sobre el papel, la multinacional belga tendrá que destinar el 51% del terreno del antiguo astillero a usos industriales, el sector que genera empleo de más calidad y un efecto multiplicador de las contrataciones en otras actividades.

La naval

Tapia añadió que en caso de que finalmente sea aceptada la oferta de VGP, se abre una "segunda oportunidad" para la desaparecida La Naval. El Gobierno vasco está dispuesto a ayudar a "pulir" algunos de los aspectos de este proyecto para que, si finalmente recibe el visto bueno para adquirir los terrenos por parte de la jueza, desarrolle una actividad de "mayor calado industrial" que lo que se prevé inicialmente con el parque logístico que VGP proyecta para este espacio.

Tapia, en referencia al rechazo que ha suscitado en algunos sectores el proyecto del grupo belga, indicó que el Ejecutivo "no va a destruir ni derruir" esta opción que se plantea. Por el contrario, afirmó que, junto a la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Sestao, trabajará para que el proyecto adquiera un mayor "valor industrial".

"Vamos a tratar de que esos promotores atiendan a la posibilidad de generar una mayor actividad industrial", insistió. En esta línea, las instituciones "remarán de forma conjunta" para lograr que se desarrolle un proyecto "de calado industrial", que genere "empleo y riqueza". Todo ello, "sin echar piedras en nuestro propio tejado; y mucho menos, a alguien que viene a desarrollar un proyecto en estos momentos".

Tapia ofreció "colaboración institucional" a VGP, porque aunque "todos hubiéramos deseado" un proyecto más orientado hacia la construcción naval, no se puede "cargar las tintas" contra los promotores de una iniciativa que "viene a generar riqueza y empleo". "Sería poco inteligente como país", concluyó.