Buenas noticias en los tiempos del coronavirus. En un momento en el que la actividad comercial de las empresas está bajo cero, Ingeteam ha cerrado un contrato para la fabricación de convertidores de la tracción eléctrica de siete trenes con destino a la República Checa. La fábrica del grupo en Ortuella, inaugurada en diciembre del año pasado, será la que asuma el pedido, con lo que recibe un importante espaldarazo en un contexto en el que muchas empresas se están jugando su futuro debido al colapso económico.

La compañía vizcaina no facilitó ayer el montante de la operación. Pero la fábrica de Ortuella, que da empleo a 70 personas, se garantiza carga de trabajo para lo que resta de año, ya que la entrega de los equipos está prevista para el primer trimestre de 2021. La actividad en la planta de Meatzaldea era todo lo normal que podía ser en las actuales circunstancias, pero se refuerza de cara al ciclo que se avecina.

Disponer de carga de trabajo durante la fase de caída de la economía y su posterior recuperación, garantiza una palanca de crecimiento, así como ingresos para buscar nuevos contratos. En el caso de Ortuella además el pedido para la República Checa coincide con el acuerdo cerrado a finales del mes pasado para suministrar el motor híbrido a un barco arrastrero que se fabricará en los astilleros Zamakona en Santurtzi.

Tanto el contrato con Zamakona como el anunciado ayer con el fabricante polaco de material rodante PESA, que se instalarán en siete trenes eléctricos de Republica Checa, ponen de relieve la capacidad de innovación tecnológica de Ingeteam y su proyección internacional.

El armador que ha contratado el barco al astillero vizcaino, un socio habitual de Ingeteam, es la compañía danesa Gitte Henning. El motor diseñado y fabricado por la compañía vizcaina posibilitará la reducción de las emisiones con una producción de energía más eficiente.

En el caso del pedido para los trenes anunciado ayer, el valor añadido también es notable. Ingeteam suministrará 14 convertidores de tracción eléctrica, dos para cada unidad ferroviaria. Los trenes estarán destinados a servicios de cercanías de la República Checa, concretamente en la zona de Ustí nad Labem en el norte de Bohemia, y tendrán capacidad para 110 pasajeros. Hasta la fecha Ingeteam ha suministrado equipos de tracción para más de 150 trenes eléctricos automotores.

Según informó Ingeteam, este proyecto supone “un importante reto” tecnológico, ya que los convertidores de tracción, para media potencia y otros equipos auxiliares, estarán ubicados en techo y permitirán alcanzar grandes velocidades a las unidades de ferrocarril.

Para ello, se ha escogido uno de los puntos fuertes de Ingeteam, la tecnología tri-nivel, que integra el sistema de tracción, los conversores y la recarga de baterias, así como su refrigeración. Según la compañía vizcaina, utilizar esa metodología en el “el lado de la línea del convertidor y en el lado del motor” aportará “ventajas significativas al vehículo en términos de espacio, peso y eficiencia”. Una cuestión clave en los trenes automotores, que funcionan de forma independiente, sin necesidad de locomotoras, mediante un sistema de tracción eléctrico que extrae la energía de la catenaria durante el viaje. En este proyecto concretamente, serán de doble tensión, alcanzarán los 160 kilómetros a la hora y tendrán 53 metros de largo. Una longitud ajustada a un sistema de autopropulsión, sin locomotora, ya que supone casi la mitad de una unidad de cinco vagones del Metro de Bilbao. Con todo el aprovechamiento del espacio para el pasaje será mayor.

El reto que asume Ingeteam es, con una limitación de espacio “muy importante”, trabajar en optimizar el diseño modular del convertidor para “simplificar las actividades de mantenimiento e implementará nuevas herramientas de diagnóstico”. Además, el rendimiento del sistema de tracción suministrado por Ingeteam, posibilitará “una mayor versatilidad y eficiencia energética de los vehículos”.

En la actualidad, la compañía se encuentra en una fase avanzada del diseño de los equipos y en breve empezará la construcción de los equipos con la perspectiva de entrega al inicio del próximo año.

Ingeteam, que opera en 24 países, empleando más de 4.000 personas, basa gran parte de su actividad en la I+D+i, invirtiendo en la misma anualmente más del 5% de su cifra de negocio. El año pasado batió su récord de inversión en innovación con más de 1.400 millones y su plan estratégico, que abarca el periodo 2019-2021, prevé un incremento de la facturación hasta los 730 millones de euros.

La actual crisis supondrá previsiblemente un frenazo a esa expansión, pero la actividad comercial de las últimas semanas garantizan un buen nivel de ingresos. Antigua socio de La Naval de Sestao, el grupo vizcaino cerró 2018 con una facturación de 637 millones de euros y un beneficio de 14,5 millones de euros. De modo que su plan estratégico contempla un crecimiento en ventas y beneficios del 15% muy centrado en el negocio internacional, el que posiblemente se resienta más en el actual contexto económico.

Con todo, cuenta con algunos resortes a su favor, entre ellos la transición energética y la electrificación de gran parte de la economía y de la sociedad en general.

La compañía familiar vasca, en la que Kutxabank tiene una participación del 16%, había dejado atrás su crisis particular, en la que la inversión de La Naval tenía un posición relevante. Durante el anterior plan estratégico (2016-2018), Ingeteam logró elevar un 47% su facturación y generó 865 puestos de trabajo. Además mejoró sustancialmente su rentabilidad, con incrementos importantes tanto de los beneficios como de los resultados operativos. Una situación saneada que es una fortaleza en este momento crítico.