BILBAO. El Movimiento de Pensionistas de Bizkaia se ha manifestado un lunes más ante el Ayuntamiento de Bilbao y ha mostrado su enfado e indignación ante la congelación de las pensiones este año, tras las promesas del Gobierno en funciones de que iban a ser "lo primero".

Una de las portavoces del Movimiento, Andrea Uña, ha señalado que este "no es un lunes más, porque es el 103, después de casi dos años en estas escaleras. Es un lunes en el que los pensionistas estamos muy cabreados, muy indignados, porque no nos esperábamos lo del último Consejo de Ministros, una congelación de las pensiones". El gobierno ha decidido esperar a la formación del nuevo ejecutivo para aplicar esta subida, que será con carácter retroactivo al 1 de enero.

Según Andrea Uña, es un lunes de "mucho cabreo" para los pensionistas, porque desde el Gobierno, aún en funciones, "se podía haber hecho un gesto y pasar de promesas a acciones".

"Las promesas del 10 de noviembre, en las últimas elecciones, eran poner en el centro las pensiones, poner nuestra revalorización en el centro, hablar de las pensiones y escucharnos, pero el regalito que nos dejan es la congelación", ha criticado Uña.

En cuanto a la subida de manera retroactiva, la portavoz vizcaina ha recordado que la ministra Magdalena Valerio "también dice que los pensionistas hemos ganado poder adquisitivo, cuando desde el año 2011 llevamos perdiendo poder adquisitivo".

Uña ha señalado así que los pensionistas "estamos otra vez exactamente igual que el Día de la Marmota, estamos en la casilla de salida y esto no lo podemos permitir. Algunos llevamos muchos años sin poder poner la calefacción, sin poder pagar los medicamentos. Incluso se ha quemado un matrimonio mayor por tener braseros", ha subrayado.

En cualquier caso, según esta portavoz, "sin unidad no hay victoria", por lo que los pensionistas vascos -en una convocatoria no unitaria- saldrán a la calle "de pie y de frente" el próximo 30 de enero en una huelga general para exigir al Gobierno, una vez más, 1.080 euros de pensión mínima y 1.200 de salario mínimo interprofesional.

Así, bajo el lema "Calle, lucha y victoria", Uña ha recalcado que los pensionistas no son "rehenes" de ningún partido y que "gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden". EFE