HELSINKI - Europa quiere utilizar la fiscalidad, mayor carga fiscal para las energías contaminantes, para acelerar el proceso de lucha contra el cambio climático. Al menos eso es lo que pusieron sobre la mesa los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) en el transcurso de un debate en el seno del Ecofin mantuvieron este sábado sobre los impuestos que se podrían aplicar a la energía, con el objetivo de contribuir a la citada lucha contra la crisis climática, y dialogaron sobre la posibilidad de simplificar las normas fiscales comunitarias.

“Estoy satisfecho de ver que muchos de los ministros comparten el punto de vista de la Comisión Europea de que la fiscalidad de la energía tiene un papel importante que desempeñar a la hora de lograr los objetivos climáticos y medioambientales de la Unión”, declaró el vicepresidente de la Comisión Europea para el Euro, Valdis Dombrovskis, durante una rueda de prensa.

El político se expresó en ese sentido tras la segunda y última jornada de una reunión informal de titulares económicos de los Veintiocho (Ecofin) celebrada en Helsinki, en la que se plantearon diferentes alternativas fiscales para frenar la subida de las temperaturas, tras las manifestaciones de los últimos meses en las que jóvenes europeos exigen actuar frente a la crisis climática.

“Algunos países plantearon la opción de impuestos a la aviación o de abordar los desequilibrios entre las tasas de impuestos de productos energéticos como el gasóleo y la gasolina, o promover el uso de energías renovables e incrementar la eficiencia energética”, comentó Dombrovskis.

El sector de la aviación ha sido protagonista en esta discusión desde que en febrero Holanda planteó gravar las emisiones de carbono de las aeronaves “a nivel de la UE” a través de un impuesto sobre los billetes de avión, una tasa por vuelo, una tasa sobre el queroseno o mediante el sistema de comercio de emisiones.

En cualquier caso, la ministra española de Economía en funciones, Nadia Calviño, afirmó en julio que una tasa que grave el queroseno utilizado como combustible no es la “primera opción” para España por la importancia del sector turístico, el carácter periférico con respecto a Europa o el peso de las islas en el territorio del país.

Este sábado, Dombrovskis también reconoció que una serie de Estados miembros, sobre todo aquellos que son islas, están planteando “ciertas preocupaciones en términos del coste de viajes para sus ciudadanos”.

Recalcó que al adoptar medidas contra la crisis climática se deben tomar en consideración las preocupaciones sociales y sobre competitividad.

La directiva europea sobre fiscalidad de la energía, anticuada porque data de 2003 y cuya posible reforma también trataron el sábado los ministros, fija los niveles mínimos de impuestos para carburantes de automoción, combustibles para calefacción o electricidad, pero incluye exenciones para el combustible de aviación. Así, una opción sería llevar a cabo la actualización de esa norma para eliminar la exención a la aviación.

Por otro lado, los ministros dialogaron sobre la posibilidad de simplificar las normas fiscales comunitarias, después de que el Consejo Fiscal Europeo, institución independiente que asesora a la CE, publicara un informe en el que abogaba por hacer más sencillas las citadas reglas.