BILBAO - A pesar de ser un indicador que pasa más que de puntillas sobre las desigualdades entre los diferentes niveles de renta de los ciudadanos, el PIB per cápita es el reflejo de la riqueza y del desarrollo económico de un país y Euskadi aprueba con nota alta el examen.

Tras el acelerón de los últimos años, el Producto Interior Bruto por habitante vasco ronda ya los 34.000 euros y supera en un 21% la media de la Unión Europea. De este modo, la CAV se situaría en el octavo puesto del ranking de los 28 países comunitarios y en el séptimo en la eurozona. El Instituto Vasco de Estadística hizo pública ayer esta comparativa, elaborada con datos correspondientes a 2017 y que mide la paridad de poder de compra de los países.

Con el objetivo de comparar el nivel de vida de los vascos con el del resto de europeos, Eustat elabora el informe Indicadores Estructurales Euskadi en la UE-28, que tiene varios apartados que se publican esporádicamente y sitúan a la sociedad vasca en el marco comunitario.

Las variables más económicas o de desarrollo empresarial, como el gasto en innovación, se suman a otras de un perfil más social: la esperanza de vida, la tasa de natalidad, el nivel de inmigración, el gasto en protección social o los residuos urbanos generados.

En ese contexto, el Instituto vasco de Estadística ha analizado la evolución del PIB por habitante en la Unión Europea entre 2012 y 2017, y la tendencia de la CAV en ese periodo ha sido siempre al alza. Solo Irlanda, cuya economía vive uno de los mejores momentos de su historia tras ser rescatada durante la crisis, tiene una evolución más positiva. Y se percibe que la situación mejoró el año pasado después de que Euskadi marcase un nuevo récord de renta nacional per cápita, rompiendo por primera vez la barrera de los 34.000 millones de euros.

El crecimiento económico de los últimos años ha reforzado a la CAV en el grupo de cabeza del desarrollo en Europa. Aunque solo ha superado a Bélgica en este capítulo desde el fin de la crisis, ha estrechado la distancia respecto a los países con mayor potencial en este sentido. Con los datos de 2007, solo siete estados de la UE están por encima de Euskadi en el indicador que mide la equivalencia de la capacidad de compra de los habitantes de los países.

luxemburgo, a la cabeza El primer puesto, más de 150 puntos por encima de la media, es para Luxemburgo, cuya economía está muy volcada en las finanzas y es un auténtico hervidero de fondos de inversión, bancos privados y gestoras de capital. Irlanda también está lejos (+84%), pero a partir de ahí se establece un tercer grupo que empieza en Austria, que supera en un 28% el nivel medio europeo, y termina precisamente en Euskadi, 21 puntos por encima y cada vez más cerca de Alemania y Suecia, dos referentes del estado del bienestar, productividad y desarrollo económico.

Francia es el último país que supera la media y España está casi 30 puntos por debajo del País Vasco. La posición de cada economía en el ranking pone de manifiesto la capacidad adquisitiva de sus habitantes. Esto ocurre por que se utiliza un mecanismo que mide la Paridad de Poder de Compra y se facilita la comparación entre los países en base a su Producto Interior Bruto per cápita en términos del coste de vida en cada país. Así cabe interpretar el puesto de Euskadi como reflejo de su nivel de bienestar social.

Lo cierto es que tras tocar fondo en 2013 en lo relativo a la renta por habitante, el inicio de la recuperación permitió a la CAV remontar vuelo y la consolidación de llegó en 2016, cuando se rebasaron los niveles previos a la crisis. A pesar de la ralentización de la economía europea, las previsiones siguen siendo positivas para Euskadi con crecimientos del PIB que rondarán el 2% este año y el próximo. Además, las desigualdades entre las rentas de los vascos se han reducido también durante el nuevo ciclo, según el Coeficiente Gini, que mide este aspecto y que en la CAV es del 26,7, lejos de la media europea (30,7).