washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró ayer optimista de cara a lograr un acuerdo comercial con China, después de que ambos países hayan reanudado los contactos “al más alto nivel”. De forma paralela las autoridades estadounidenses han decidido aplazar al 15 de diciembre la aplicación de los aranceles previstos para el próximo 1 de septiembre que gravarían con un 10% adicional las importaciones de productos fabricados en China, como ordenadores y teléfonos móviles.

Se trata de los aranceles por valor de 300.000 millones de dólares (268.341 millones de euros) a los que Pekín respondió con una devaluación del yuan. Con todo, el inquilino de la Casa Blanca desligó el aplazamiento de la negociación.

“Lo estamos haciendo por las navidades”, señaló Trump ante los medios antes de emprender una visita a Pittsburgh en referencia al impulso al consumo que puede representar la medida y al impacto que podría tener un cruce de aranceles en las compras.

En cuanto a los contactos con China, el presidente estadounidense destacó que la última conversación entre los representantes de ambos países “fue muy productiva”, añadiendo que a Pekín le gustaría mucho hacer algo al respecto de las diferencias comerciales.

Antes de la aparición ante los medios de Donald Trump, el Ministerio de Comercio de China había informado de que altos representantes de los gobiernos de China y EE.UU. retomaron ayer a través del teléfono el diálogo económico y comercial y se emplazaron para seguir conversando dentro de dos semanas. - E. P.