Bilbao - La recaudación de las haciendas de la CAV mantiene la tendencia al alza en el inicio de 2019, con un incremento, del 2,5% hasta marzo que fue del 4% en Bizkaia. El pinchazo en el primer trimestre lo aporta Gipuzkoa, mientras Araba aumentó también un 4%, en el nivel de 2018. Aunque es muy pronto para confirmar la tendencia, el repunte puede darse por bueno sobre todo teniendo en cuenta que los ingresos anotaron un nuevo récord el pasado ejercicio.

Las previsiones coinciden en avanzar una desaceleración de la economía vasca a partir del verano, aunque las diputaciones confían en mantener la buena dinámica de las arcas forales. El año pasado la CAV se quedó a un paso de alcanzar los 15.000 millones de euros vía impuestos, un nuevo máximo histórico que acabó mejorando todas las previsiones. La subida anual fue del 3,5%, condicionada por el resultado excepcional de 2017 a causa de los acuerdos sobre el Cupo con el Gobierno español.

A partir de ahí, y teniendo en cuenta los avances de los últimos años, cualquier repunte puede considerarse positivo de cara a poder mantener el nivel de gasto público. Los ingresos están directamente ligados a la evolución del empleo y los salarios, y en ese sentido el contexto laboral sigue repercutiendo positivamente sobre el IRPF. En el caso de Bizkaia el impuesto sobre la renta tira hasta marzo de la recaudación, mientras en Gipuzkoa y Araba crece el volumen por retenciones de trabajo a pesar de que el tributo en su conjunto baja ligeramente por las devoluciones correspondientes a las prestaciones por maternidad y paternidad.

En cuanto a los impuestos que gravan el consumo los tres territorios avanzan respecto al primer trimestre de 2018, mientras Sociedades se resiente después del fuerte subidón del año pasado por el cambio de normativa que obliga a las empresas a anticipar una parte de los beneficios previstos para el ejercicio. Una modificación que limita a la baja el margen recaudatorio de este año.

previsiones económicas Por tanto no hay cambios en el escenario global en el que se manejan las haciendas forales a pesar de que hace meses que suenan alarmas de desaceleración económica. El Gobierno vasco ha rebajado la previsión de crecimiento para 2019 al 2,2%, lo que seguirá dejando margen para generar empleo. Sobre todo son las actividades de servicios las que seguirán tirando del PIB mientras la construcción terminará de consolidar la mejoría de los últimos años.

La industria sí encara un año más complicado, aunque por ahora las empresas no han encendido las alarmas: las compañías industriales vizcainas consultadas por la Cámara de Comercio señalan que el año va mejor de lo esperado. Por su efecto tractor y por sus mayores salarios, la industria tiene un peso especialmente relevante en la evolución de la recaudación fiscal.

El resultado del primer trimestre alimenta el optimismo. Ni siquiera el pinchazo de Gipuzkoa es demasiado significativo, como explicó el diputado de Hacienda, Jabier Larrañaga, que recordó que el periodo enero-marzo recoge apenas un 15% del global de la recaudación del año. El descenso del territorio guipuzcoano, del 1,9%, se compensa con los avances de Bizkaia y Araba, del 4,1 y del 4%, en cada caso.

La Diputación de Bizkaia destacó que en los tres primeros meses del año creció la entrada de ingresos sobre todo por el impuesto de la renta, del 5%, el IVA y los Impuestos Especiales, lo que lleva a una ejecución de más del 26% del presupuesto de ingresos para todo 2019.

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