Bilbao - Ha pasado ya casi un año desde que el lehendakari, Iñigo Urkullu, pusiera la primera piedra del Parque Tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea (Bizkaia) y el proyecto cierra ya sus últimos trámites administrativos con la mirada puesta en el próximo otoño, cuando previsiblemente arranquen las obras y las máquinas comiencen a trabajar en Abanto-Zierbena. La Diputación de Bizkaia ha encargado ya a la sociedad pública Azpiegiturak la construcción y gestión del edificio principal del parque, que será también sede del Energy Intelligence Center, y han salido ya también a licitación las obras de urbanización de la parcela en la que se ubicará.

El parque tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea, configurado como una ampliación del de Bizkaia, está llamado a dinamizar ambas comarcas, especialmente castigadas por la huella de la crisis, y reforzar el peso del sector industrial en el PIB vasco, hasta alcanzar el 25% antes de 2020. Ubicado en Abanto-Zierbena, entre la autopista A-8 y la rotonda del Bao, se prevé que cuando esté plenamente desarrollado localice a más de 50 empresas con una facturación conjunta de 800 millones de euros. El eje principal del parque será el Energy Intelligence Center (EIC), una iniciativa similar al centro de automoción AIC de Boroa pero enfocada al sector energético y en el que ya hay varias empresas implicadas como Petronor, Iberdrola, Ormazabal, Arteche o Ingeteam. Se generarán 2.000 puestos de trabajo directos con un nivel de cualificación muy elevado, además del efecto indirecto en la economía de la comarca, ligados a un nuevo modelo de industria.

Actualmente, las instituciones están ultimando los trámites administrativos necesarios para que el próximo otoño arranquen las obras en la parcela. La Diputación de Bizkaia acaba de encargar a la sociedad pública Azpiegiturak la construcción y gestión de su edificio principal, que será asimismo la sede del EIC. La inversión rondará los 38,5 millones de euros, destinados tanto a construir el edificio en sí como a equiparlo con máquinas y laboratorios, de los que 15,5 los aportarán a partes iguales el Gobierno vasco y la Diputación vizcaina, y otros 7,3 correrán a cargo de la empresa pública adscrita al Gobierno vasco Parque Tecnológico, en la que además de las dos instituciones participan también la UPV y el Ayuntamiento de Zamudio.

Es probable que las obras del edificio, que contará con una superficie de 7.000 metros cuadrados, no puedan comenzar hasta principios de 2020, una vez que ya se hayan puesto en marcha los trabajos de las carreteras de acceso y urbanización.

Este centro de la energía, auténtica joya de la corona, tendrá como eje la investigación en el ámbito energético orientada a sectores como el oil&gas, el transporte de electricidad o la movilidad sostenible. En cada una de estas áreas se trabajará con empresas relevantes, contribuyendo a la competitividad del sector energético vasco, formado por 350 empresas con una facturación a nivel mundial de 47.000 millones de euros, de los que 15.000 se quedan en Euskadi. Solo en Bizkaia, el sector da empleo a 14.000 personas y representa el 7,5% del PIB. Será un centro para el impulso de la competitividad y el liderazgo internacional de las empresas del sector, basado en la inteligencia competitiva, el desarrollo tecnológico, la generación de conocimiento y el acceso a los mercados más avanzados. Firmas como Iberdrola, Petronor, Gamesa, Velatia, Arteche, Ingeteam, Tubacex, Tubos Reunidos, Ampo, Vicinay y Sener ya se han comprometido con el proyecto.

Urbanización de la parcela También han salido a licitación los trabajos de urbanización del parque tecnológico, que supondrá una inversión de 23,5 millones de euros. Ocupará una superficie de total de 500.000 metros cuadrados, de los que 241.000 serán edificables.

La urbanización de la parcela seguirá los mismo criterios que ya se han utilizado en el parque de Zamudio y Derio, haciendo compatible la viabilidad económica del espacio con la incorporación de directrices ambientales para preservar los valores naturales del entorno, potenciando la vegetación y las zonas ajardinadas. Así, se ha diseñado a modo de campus de empresas con una actividad económica con componente tecnológico y de I+D+i, con una trama de edificios diseminados en un entorno natural.

La red viaria interna se organizará en torno a dos grandes anillos que mallarán toda la parcela y que se articularán en torno a dos glorietas, una de ellas con un diámetro exterior de 70 metros. Los viales principales contarán con dos carriles por sentido. Se completará con algunos ramales de menor tamaño, algunos de ellos peatonales; plazas de aparcamiento, y un carril bici que atraviesa toda la parcela y que unirá el barrio de Murrieta con el de San Fuentes (Abanto-Zierbena).

Parque tecnológico. Infografía que muestra cómo será el edificio principal y sede de EIC; en la foto, terrenos que ocupará el parque tecnológico. Foto: Oskar González