“Estamos en primera línea industrial y damos empleo a quien lo necesita”

donostia- Katealegaia ha recibido el premio de la Agrupación de Sociedades Laborales de Euskadi (ASLE), Txemi Cantera, por defender los principios que guían la economía social: participación, democracia y solidaridad. En este caso, el galardón recae en una empresa que lleva casi cuatro décadas colaborando en la inserción laboral de discapacitados, que en la mayoría de los casos son también propietarios de la compañía. La plantilla roza el millar de trabajadores.

Este premio es un reconocimiento a un marcado perfil social.

-Sí, el modelo de sociedad laboral engancha muy bien con lo que somos, con nuestra naturaleza de crear empleo para la gente que lo necesita.

Y con una actividad industrial.

-Cumplimos nuestra misión social, con un empleo de calidad mediante empleo industrial. Somos un proveedor integral que colabora con las empresas líderes en sus sectores en nuestro entorno. Estamos en primera línea, con todo lo que eso tiene de exigencia y de profesionalidad por nuestra parte.

Conjugan la labor social de emplear a personas con discapacidad con las exigencias de los clientes.

-Ser proveedor de estas empresas, y tenemos una cartera de clientes repartida, ratifica que estamos en el camino adecuado, porque exigen el máximo y nos hacen estar atentos, en tensión y evolucionando para seguir en el mercado ampliando la cartera con proyectos y sectores nuevos. Tener esa cartera de pedidos es un espaldarazo a nuestro rumbo.

¿Innovan como otras empresas?

-Es imprescindible. Hoy en día si no estás transformándote día a día te quedas fuera del mercado. En nuestro caso la innovación tiene un doble ámbito, el puramente industrial, muy de la Industria 4.0, estando a la última incorporando tecnologías, gestión avanzada de producción, fabricación aditiva...? Y luego también tenemos una línea de innovación social enfocada a mejorar la empleabilidad de personas con más necesidades. Nuestro saber hacer, nuestra clave, es conjugar esas dos cuestiones. Estar en primera línea industrial y a la vez dar servicio a las personas que lo necesitan.

¿Están presentes en toda Gipuzkoa?

-Sí, tenemos 12 plantas industriales y estamos en todas las comarcas del territorio. Nuestro foco está en las personas con problemas de inclusión sociolaboral en Gipuzkoa. En menos de 25 kilómetros cualquier persona en esa situación puede tener una planta de Katealegaia accesible.

¿Cuándo nace Katealegaia?

-Estamos a punto de cumplir 40 años desde las primeras iniciativas. Los cumpliremos el año que viene. El origen de Katealegaia son iniciativas locales que han ido concentrándose en lo que hoy es el proyecto.

¿Se ha normalizado en ese tiempo el acceso de esos colectivos al mundo de la empresa?

-La evolución ha ido a la par de la evolución de la sociedad. En general, aunque seguimos teniendo retos nuevos y caminos por recorrer, la normalidad es muy grande. En Gipuzkoa, y me atrevo a decir que en Euskadi, estamos a la cabeza de la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad. Y eso es gracias a todos los elementos de la sociedad, industria, instituciones, agentes sociales y a las personas.

¿Cuales son esos nuevos retos?

-Nuestras empresas pueden ser también herramienta o soporte para personas en riesgo de exclusión que no sean discapacitadas. Es un camino que a futuro puede ser interesante. Paso a paso, hay que ir explorando esa vía, que seguro que es buena para todo el mundo.

El accionariado es particular.

-La fórmula de Katealegaia responde muy bien a lo que somos, es muy singular. El 70% de las participaciones está en manos de las personas que trabajamos en Katealegaia. De las 950 personas en plantilla, hay más de 700 socios. Es propiedad de las personas que trabajan en las plantas y en los talleres y es como queremos que sea. Además, en este recorrido nos acompañan las instituciones. Participa a nivel local la Diputación, a nivel estatal están Ilunion y Fundación Once y también participa Gureak, que es una empresa que tiene una función análoga a la nuestra y esa visión de país. La fórmula se adecua a nuestro servicio. Es propiedad de las personas, en colaboración con instituciones.