Bilbao - En pleno debate político y social sobre el futuro del sistema de pensiones, las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) vascas se ven desde el resto del Estado como una fórmula a explorar para evitar la pérdida de poder adquisitivo. Ayer la Federación de EPSV de Euskadi presentó el balance del año pasado, en el que se registró un repunte de las aportaciones a este tipo de sistemas de ahorro, e hizo un llamamiento a patronal y sindicatos a “generalizar” las cuotas para la jubilación en la negociación colectiva. En estos momentos menos de la mitad de los trabajadores vascos tienen abierto un fondo de reserva a través de su empresa, una fórmula muy extendida en Gipuzkoa pero con escasa implantación en Bizkaia y Araba.
“La cultura del ahorro poco a poco va mejorando. Vamos aprendiendo de países del norte de Europa”, expuso el presidente de la federación, Ignacio Javier Etxebarria. En Euskadi las EPSV cuentan con un patrimonio de 24.500 millones de euros, la tercera parte del PIB y 600 millones más que a finales de 2016. El número de socios, tanto por la vía de la empresa como por la individual, supera el millón. El año pasado las aportaciones alcanzaron los 769 millones, algo más que en 2016, con una cuota media anual de unos 2.000 euros.
Los portavoces de la federación explicaron que el sistema vasco de previsión social no pretende sustituir a las pensiones públicas, sino únicamente servir de complemento ante una más que probable pérdida de poder de compra de las prestaciones que paga la Seguridad Social. “No es bueno meter miedo, pero hay que dar solución a un hecho objetivo, que es que vamos a vivir más tiempo”, indicó Etxebarria.
Las EPSV proponen extender este sistema de ahorro, sobre todo el que se nutre de aportaciones de los salarios y que depende de la negociación en las empresas. El 49% de la población ocupada de la CAV tiene una EPSV de empleo, es decir, cotiza actualmente o ha realizado alguna aportación a través de su salario. “Los sindicatos tienen que ser conscientes de la importancia de este tema e incluirlo en sus reivindicaciones”, propuso Etxebarria, que pidió hacer más atractivo el mecanismo con incentivos en el IRPF para el trabajador y “ventajas” también para la empresa.
Con una cuota equivalente al 7% del salario a una EPSV durante una carrera laboral larga de 35 a cuarenta años se puede mejorar la pensión pública, de media, en torno a un 20%.