BILBAO. El proyecto piloto de digitalización de los procesos productivos de tres fundiciones de Durangaldea permitió la creación de 38 puestos de trabajo durante los dos años de desarrollo de la iniciativa. El volumen de empleo generado no es muy alto, pero esas compañías suman hoy 672 trabajadores, un 6% más que antes de la puesta en marcha del programa respaldado por la Diputación Foral de Bizkaia. El diputado de Desarrollo Económico, Imanol Pradales, hizo ayer balance de una experiencia que ahora podrá trasladarse a otras empresas y sectores.

Las compañías metalúrgicas que participan en el proyecto son Fundiciones Garbi, Fuchosa y Betsaide. La alianza se sustenta sobre todo en la colaboración de estas tres fundiciones, que suman inversiones de 5,7 millones de euros. El centro tecnológico IK4 Azterlan es el catalizador de los procesos de innovación de la iniciativa, mientras que el Departamento de Desarrollo Económico vizcaino ejerce de agente cohesionador y además apoya las actuaciones con una ayuda de 640.000 euros.

La inversión pública de la Diputación en este tipo de iniciativas se ha multiplicado por nueve con este proyecto, denominado Fábrica del Futuro (FoF). Fueron las propias compañías las que llamaron a la puerta de la administración en busca de apoyo.

Los resultados del proyecto

La Diputación les puso en contacto con IK4 Azterlan y el programa es al final más ambicioso de lo previsto. Se ha superado en un 40% el presupuesto inicial, pero los resultados también han ido más lejos de lo esperado.

Al margen del impacto en el empleo, los procesos de automatización y la gestión inteligente de la producción, han permitido ya reducir hasta en un 20% los fallos en la fabricación de piezas, pero se estima que la reducción final rondará el 60%. Al mismo tiempo, se ha conseguido abaratar en las tres fundiciones los costes relacionados con el acabado de piezas y destinar a actividades que generan valor añadido a más de la mitad del personal que hasta ahora estaba destinado a operaciones de rotura.

Los representantes de las empresas protagonistas destacaron que la Fábrica del Futuro ha plantado una semilla que no tiene vuelta atrás y que continuará creciendo, la de la digitalización “Estamos aquí porque nuestros clientes nos lo exigen. Nos exigen un producto competitivo en calidad y precio y está es la forma de conseguirlo”, afirmó Raúl Cámara, director de Producción de Betsaide.

El director de procesos de I+D de IK4 Azterlan, Ramón Suárez, destacó que “ser los mejores es el objetivo común” de las tres fundiciones que han participado en el proyecto piloto. A su juicio, este tipo de actuaciones es el único camino para conseguirlo, porque las empresas vascas “van a perder por goleada” en cuestiones como el precio de la mano de obra.

En Fundiciones Garbi, según explicó su director general, Juan Silvestre Gaztelu-Iturri, se ha logrado “estabilizar” y “tener una visión más amplía” del proceso de producción. Un paso clave para mejorar la competitividad en la compañía.

El responsable de Producción de Fuchosa, Lorenzo Martín, añadió que las actuaciones emprendidas en los dos últimos años han permitido iniciar un camino “que no tiene fin”. Fuchosa ha puesto en marcha otros cuatro proyectos de digitalización. “Estamos hablando de un salto imprescindible para ser competitivos. De la diferencia entre estar y no estar”, apostilló el diputado de Desarrollo Económico.