bilbao - La empresa vasca de componentes para vehículos Gestamp abrirá en el polígono industrial de Rivabellosa, en Araba, una nueva planta especializada en corte láser. La inversión, de algo más de 14 millones de euros, se traducirá en un centenar de puestos de trabajo para el año 2017, cuando arrancará la actividad, aunque ya a finales de este año se iniciará el traslado a la planta alavesa de maquinaria.
El sector vasco de automoción atraviesa un buen momento y se ha convertido en una de las ramas de la industria que más rápidamente está dejando atrás la crisis. Los números de Gestamp el año pasado, con un repunte de las ventas del 6% y un aumento de los beneficios del 10%, son el mejor ejemplo. La firma vasca ya anunció en marzo una ampliación de su fábrica principal de Abadiño, proyecto al que se suma esta nueva inversión de 14,3 millones en Rivabellosa, que en un principio sonaba también para el municipio vizcaino.
En un comunicado, Gestamp explicó que el proyecto alavés nace de la mano del Gobierno vasco, con el que ya firmó un acuerdo para instalar en Boroa su centro de formación sobre nuevas tecnologías. “Hemos encontrado en Euskadi y en sus instituciones un socio leal, que entiende las necesidades de la industria y apuesta por ella”, indicó la compañía.
La nueva planta de Rivabellosa se localizará en una nave de 8.500 metros de superficie y contará con 14 células de corte láser y células de soldadura robotizadas, con las que se cortarán piezas para Volkswagen, Seat y Opel, informó la firma con sede en Abadiño. Es el primer centro de este tipo en Euskadi, donde Gestamp cuenta con cinco plantas y más de 1.600 trabajadores, que se ampliarán en un centenar a comienzos de 2017, a las que hay que sumar el centro de innovación de Boroa.
La empresa destacó ayer “el fuerte arraigo” que tiene Gestamp en Euskadi “desde sus orígenes”, y señaló que se trata “del lugar propicio” para desarrollar su actividad. En una entrevista con este diario hace unos meses, desde la dirección de Gestamp se explicaba que se había valorado precisamente ese arraigo a Euskadi, así como el apoyo tanto del Gobierno vasco como de la Diputación de Bizkaia, a la hora de decidir poner en marcha los nuevos proyectos industriales.
El fabricante vasco de piezas de automoción tiene un centenar de plantas repartidas en veinte países, con más de 32.000 trabajadores a nivel mundial.
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