BILBAO - Del corazón del Parque Natural de Sierra Mágina, en Jaén, llega a Bizkaia el aceite de oliva vírgen extra Casería de Huéllar. De hecho, el territorio vizcaino es uno de sus destinos estrella con clientes tanto en hostelería como en domicilios particulares. Y ello a un precio muy competitivo.
Desde Jaén, en menos de tres días y a menos de cuatro euros el litro llegan a todos los rincones de la Península las garrafas de aceite vírgen extra Casería de Huéllar, con D. O. Sierra Mágina. Ello gracias a la capacidad de su colosal planta, que abarca todo el proceso, desde la recolección al envasado, convertida en ejemplo de desarrollo industrial, de la que han salido este año más de dos millones de kilos de aceite.
Para la producción de este aceite de oliva de calidad suprema, la cooperativa Nuestro Padre Jesús de la Columna, emplazada en el paraje denominado Casería de Huellar, en el término municipal de Torres (Jaén), dispone de unas instalaciones con una superficie de 21.705 m2, de los cuales 4.998 m2 son edificados. Allí guardan un equipo tecnológico de vanguardia.
En el patio de la almazara existen cinco líneas de recepción, limpieza, lavado y pesado automático de aceituna.
La fábrica, por su parte, alberga en su interior cuatro líneas para la extracción continua del aceite en dos fases, con una capacidad de molturación de 695.000 kg de aceituna por día. Debido al alto potencial de molturación realizan la producción de aceite de oliva denominada “Extracción en Frío”.
La bodega, de acero inoxidable, se compone de 60 bidones, con una capacidad de tonelaje de 3.000.000 kg. de aceite. Además, disponen de otra nave cualificada para albergar otros 1.725.000 kg. de aceite.
La planta de filtración y envasado tiene una capacidad para embotellar de 2.000 l/hora. En el edificio adyacente a la envasadora se encuentran las oficinas y el laboratorio, donde realizan los análisis para determinar el contenido graso de cada pesada de aceituna. Este edificio, en su segunda planta dispone de Sala de Juntas. A todo ello se suma la planta de depuración de aguas residuales, cuya finalidad es contribuir al cuidado del medio ambiente, “más aún siendo conscientes de pertenecer a una de las mejores zonas del mundo para el cultivo del olivar y la obtención de un aceite virgen extra de calidad suprema”, aseguran los cooperativistas.
Origen El origen de la cooperativa productora del aceite Casería de Huéllar está vinculado a Torres, lugar privilegiado para el cultivo del olivar y para la producción de aceite de oliva de calidad suprema.
La cooperativa se fundó en 1963 por 99 agricultores emprendedores que invirtieron en una vieja casa con un molino de aceite y ya en 1978 adquirieron una fábrica de aceite en las afueras del pueblo, con una superficie de 2.250 m2 y 900 m2 construidos. Tras varias reformas en las instalaciones, en 2001 se produjo el traslado definitivo de la fábrica al paraje denominado Casería de Huéllar, en el cual se halla construida la almazara en la actualidad, y cuyo nombre lo adoptan para su marca de aceite virgen extra Casería de Huéllar. Sus instalaciones ocupan una superficie total de 21.705 m2 y una superficie cubierta de 4.998 m2.
Hoy la cooperativa está compuesta por 535 socios que mantienen el mismo espíritu tradicional con el que sus antepasados elaboraron, en estas privilegiadas montañas de Sierra Mágina, aquel zumo natural de aceituna al que ahora llaman con orgullo aceite de oliva virgen extra. Con más de 50 años de antigüedad, aportan al cliente un producto proveniente del esfuerzo diario, con el que las familias elaboran “una de las mejores selecciones de aceite del mercado estatal, certificado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra Mágina, y con el sello de Calidad Certificada de la Junta de Andalucía”, resaltan las citadas fuentes.