El nuevo Qashqai mantiene la hegemonía

BILBAO - El Nissan Qashqai continúa disfrutando del favor del público y mantiene una hegemonía incontestable en el mercado crossover. Ni siquiera el relevo generacional efectuado en enero, que ha implicado la liquidación de existencias de la edición precedente y obliga a la nueva a remontar el vuelo, ha puesto en peligro ese liderazgo. El modelo supera ya las cinco mil entregas en el año (matriculó 4.303 ejemplares durante el primer trimestre) y conserva una cómoda ventaja respecto a sus perseguidores.

De hecho, el Qashqai, que totaliza la mitad de las entregas de Nissan en lo que va de ejercicio, se cuela en el top ten de automóviles populares. Ocupa la novena posición de matriculaciones en 2014; va detrás del Dacia Sandero, por delante del Opel Astra.

La remesa actual vuelve del revés el proyecto anterior para perfeccionarlo sin traicionar su memoria. Mantiene la porción del ADN justa para evidenciar el parentesco, pero ejecuta un claro salto hacia delante en todas las facetas. Esa progresión generalizada -incumbe al diseño, a la estructura y al bagaje tecnológico- transporta al candidato muy cerquita de la categoría Premium.

Lo mejor de todo es que los precios mantienen una agradable cordura y apenas crecen. Nissan aumenta cantidad y calidad sin disparar sus pretensiones económicas. El reparto actual contiene por ahora motorizaciones gasolina (115 CV) y diésel (110 y 130 CV), tracción delantera e integral, ofrece posibilidad de transmisión automática y cuatro definiciones de producto. El Qashqai se puede adquirir con un desembolso mínimo de 20.650 euros.