BILBAO - Una empresa histórica vasca, Compañía Vinícola del Norte de España, CVNE, que elabora vino de D.O. Rioja desde su sede en la localidad alavesa de Laguardia, está dispuesta a vender vino... en Japón. La compañía cotizada en Bolsa, -cerró ayer con una capitalización de 252 millones de euros-, ha comunicado la adquisición de la distribuidora japonesa de vino Mikuni Wine. La decisión adoptada por CVNE supone entrar con fuerza en un mercado creciente como el japonés que mueve más de mil millones de euros anuales en la importación de vinos tranquilos, o sea sin contar cavas y champagnes, y que está dominado por Francia, con un tercio de las importaciones en litros pero la mitad del valor en yenes; seguida de Italia, con un 19% en volumen y un 16% en facturación; y Chile, cuyos vinos suponen un 17% de todos los que llegan al país nipón y representan el 10% de las ventas en dinero.

El distribuidor japonés Mikuni Wine tiene la peculiaridad de que era una filial de Coca-Cola y casualidad o no uno de los accionistas principales de CVNE es Víctor Urrutia Vallejo, socio de algunas de las embotelladoras de Coca-Cola en el Estado español, actualmente fusionadas en Coca-Cola Iberia Partner, sociedad que se ha presentado en sociedad con el anuncio de cierre de plantas y reducción notable de plantillas.

La compañía alavesa indicó en su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que una de sus "prioridades" es "expandirse a nivel internacional en el sector de la distribución del vino" y que Mikuni, -firma que existe como tal desde 1999, que emplea a más de un centenar de personas y factura unos 28 millones de euros-, es uno de los "mayores distribuidores de vino de calidad en Japón". - X. A.