Formica de Galdakao anuncia el cierre de la fábrica a sus 180 trabajadores
El accionista, la neozelandesa Fletcher, quiere paralizar la actividad en septiembre
BILBAO. La histórica fábrica de Formica de Galdakao cerrará sus puertas el próximo septiembre si se mantiene la decisión comunicada por el accionista de la empresa, el grupo neozelandés Fletcher Building, a los trabajadores en el día de ayer, según fuentes sindicales.
La empresa Formica se dedica a la producción de laminados decorativos de alta presión y forma parte de un grupo líder a nivel internacional en el suministro de revestimientos a medida para clientes de los sectores comercial y residencial. Formica cuenta en Galdakao con una plantilla de unas 180 personas que se podrían encontrar sin trabajo tras el verano, según señalaron ayer representantes de los trabajadores que se desplazaron al pleno del Ayuntamiento para solicitar el apoyo del Consistorio.
En mayo de 2007, Formica Group fue adquirido por Fletcher Building, una de las empresas constructoras más importantes de Australia y Nueva Zelanda. La adquisición dio como resultado la creación del fabricante más grande del mundo de superficies decorativas y laminados.
Los representantes sindicales de la planta vizcaina, cuyo comité está formado por cinco miembros de ELA, tres delegados de LAB y uno de Comisiones Obreras, acogieron con total sorpresa la noticia ya que, según señalaron a este diario, la fábrica mantiene su actividad productiva. Fuentes sindicales señalaron que directivos de Fletcher Building desplazados desde el Reino Unido les comunicaron el futuro cierre de la planta sin dar margen a alternativa alguna. Se limitaron a señalar, según trabajadores de la empresa, que solo estaban dispuestos a negociar, desde el lunes, las condiciones de las rescisiones de los contratos.
La fuerte caída de la demanda en el sector de la construcción en España parece haber aconsejado a la dirección del grupo en el Reino Unido a plantear en septiembre el cierre de la actividad productiva en la planta vasca pese a que las instalaciones, con capacidad de producir 400.000 metros cuadrados al mes en condiciones normales, sigue produciendo.
Formica dispone de otra planta en el Estado español, en concreto en la localidad de Albal (Valencia). Fuentes empresariales vascas señalan que una de las posibles razones del intento de cierre de la fábrica vasca es que tiene un nivel salarial que supera en cerca de 5.000 euros brutos anuales de media al de la valenciana.
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