Bilbao. La presidenta de la República de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, promulgó el viernes -hora de madrugada de ayer sábado en Euskadi- la ley de expropiación de las acciones de Repsol en la petrolera YPF, oficializando así el expolio a la empresa española. Además, durante el acto, la presidenta designó a Miguel Galuccio, un experimentado profesional argentino del sector, para conducir una petrolera "moderna, competitiva, alineada con la dirección del país", como director general según declaró Fernández. Galuccio es un profesional del sector petrolero con más de 20 años de experiencia internacional.
La ley ya promulgada impone la expropiación del 51% de las acciones de YPF S.A. y el 51% de las de YPF Gas y declara de "utilidad pública" y "objetivo prioritario" el autoabastecimiento de hidrocarburos en Argentina, así como su explotación, industrialización, comercialización y transporte.
Arropada por su Gobierno, varios gobernadores, empresarios, sindicalistas y dirigentes oficialistas, y en medio de vítores, aplausos y cánticos peronistas, la presidenta de la República firmó la ley de expropiación de YPF en una nueva muestra de patriotismo, en un día "histórico" para Fernández, que "nunca pensé que me tocaría vivir como presidenta".
Tras la firma de la ley, las acciones expropiadas a Repsol se repartirán entre el Estado, con un 51%, y las provincias que forman parte de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), con un 49%. Las provincias recibirán los títulos de forma proporcional a sus niveles de producción y de reservas comprobadas de hidrocarburos, tal y como se recoge en la norma recién aprobada.
"La idea es esencialmente una YPF absolutamente moderna, competitiva, con gente profesional y con dirección política, con la meta de tener autoabastecimiento y superávit hidrocarburífero que sostenga el crecimiento de la actividad y el empleo", expresó ayer Fernández. Por ello se ha elegido a Miguel Galuccio como director general. Éste se forjó en yacimientos de YPF en la Patagonia y trabajaba hasta ahora en Londres como ejecutivo de proyectos de Schlumberger, la empresa de servicios de exploración y perforación petrolera más grande del mundo, según las agencias argentinas. De todos modos, su nombramiento tendrá que ser ratificado en la asamblea de accionistas de YPF, convocada para el próximo 4 de junio, un trámite tras la expropiación ya ejecutada.
Galuccio "es un ingeniero que trabajó en YPF y que representa un símbolo, recuperar a los que se nos fueron cuando pasó lo que pasó en Argentina", agregó la mandataria en alusión a la emigración argentina durante el crack económico del 2001.
Tras la expropiación, las acciones de YPF se repartirán entre Estado (26,03%), el Grupo Petersen de la familia Eskenazy (25,46%), las provincias petroleras (24,99%), Repsol (6,43%) y el 17% que continuará cotizando en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York.