BILBAO. El ganador de las elecciones generales y líder del PP, Mariano Rajoy, espera instalarse en La Moncloa antes de Nochebuena pero toda celeridad es poca porque los mercados no parecen dispuestos a darle los cien días de gracia al nuevo responsable del Gobierno de España. Una fuerte caída del 3,5% en la Bolsa española y una nueva elevación de la prima de riesgo de la deuda del Estado en relación a la de Alemania, hasta 464 puntos, saludaron ayer el triunfo de Rajoy.
Los inversores ya daban por descontada la victoria del Partido Popular en las elecciones generales, incluso con una mayoría absoluta que le permitiría llevar adelante las reformas precisas con el apoyo necesario y con la mayor velocidad legalmente posible si así fuese la voluntad de nuevo Gobierno.
Mientras el mercado procedía a la media hora de la apertura a realizar una oleada de órdenes de venta provocada por las dudas sobre el euro, las previsiones de que Alemania crecerá menos de lo previsto, los recortes en Wall Street por el temor a una crisis fiscal en Estados Unidos o la advertencia de Moody's a Francia de que puede perder su AAA, la canciller alemana Angela Merkel llamó al ganador de las elecciones. Y fue algo más que una mera llamada de cortesía porque en los veinte minutos que duró, según fuentes periodísticas, le dio tiempo a recordarle los deberes pendientes de España que pasan por reducir el déficit público y sentar las bases para que la economía pueda volver a crecer.
Y este sentar las bases para el crecimiento pasa, según parte de las organizaciones empresariales españolas y de los elementos ideológicamente más a la derecha del espectro ideológico, en seguir las tesis del Fondo Monetario Internacional (FMI) y acelerar una reforma laboral que flexibilice el mercado laboral y recorte los costes del despido, aunque los mismos analistas internacionales no dejan de reconocer que la salida de la crisis de deuda española, y de otros países de la UE, sigue dependiendo de factores supranacionales. "La clave se encuentra en Alemania y cuándo dejará actuar al BCE para que intervenga en los mercados primarios de deuda", destacan.
Mientras tanto, la presión de los mercados sobre la economía y las empresas españolas no se afloja, máxime si noticias como la intervención del pequeño Banco de Valencia, filial de Bancaja-Bankia, por parte del Banco de España, les recuerda que la reconversión del sector financiero no ha terminado y el ajuste del sector inmobiliario sigue sin resolverse en los balances de gran parte de los bancos y cajas de ahorros.
Pérdidas en Bolsa El resultado es que ayer pese a la mayoría absoluta de la derecha del PP, el Ibex-35 se dejó un 3,48% al cierre de la sesión y finalizó en los 8.021 puntos, mínimos desde el 25 de septiembre.
En todo caso, un inversor ha perdido, de media, en lo que va de año más de un 18% de su inversión vista la evolución negativa del Ibex en 2011. Es más, si tiene acciones del BBVA se encontrará con que su inversión vale un 24% menos que el uno de enero y si los títulos son del Santander, la caída es aún mayor porque han perdido casi un tercio de su valor, un 32% en concreto.
Prima de riesgo Por su parte, la prima de riesgo española que mide el diferencial entre lo que tiene que pagar Alemania para colocar en el mercado sus bonos de deuda a 10 años y el que abona el Reino de España, se volvió a disparar hasta los 471 puntos básicos aunque cerró en 464 puntos.
La rentabilidad del bono español a diez años se situó en el 6,55%, ligeramente por encima del 6,38% registrado el pasado viernes, en una jornada en la que el bono alemán de referencia marcaba un rendimiento del 1,91%.
La rotunda victoria electoral lograda por el PP, y que le permitirá gobernar con mayoría absoluta (186 diputados en un Congreso de 350 escaños), no ha conseguido mitigar en los mercados internacionales los efectos de la crisis de deuda soberana en la zona euro.
En todo caso, el Partido Popular, a través de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, rechazó que exista una relación directa entre la caída en la Bolsa de ayer y el estado de la prima de riesgo española con el resultado de las elecciones generales y dejó claro que el triunfo de Mariano Rajoy y el PP ha sido "bien visto por los organismos internacionales y en el ámbito internacional".
En todo caso, la prima de riesgo española siguió ayer la misma tendencia que la de otros países europeos, ya que la italiana se incrementó en seis puntos hasta los 474 con una rentabilidad del 6,66 % y la francesa aumentó en otros seis puntos hasta los 156 con un rendimiento del 3,47 %.