La gestión de ACS en Unión Fenosa acabó con la eléctrica fuera de Galicia
Los directivos de la constructora han culminado un plan de 470 millones en stock options
BILBAO. La constructora ACS reclama, legítimamente, como titular de cerca de un 20% del capital de Iberdrola entrar en su consejo de administración pero sus prácticas en las empresas en las que ha obtenido el éxito en operaciones similares a las de Iberdrola, casos de la eléctrica gallega Unión Fenosa o la alemana Hochtief, muestran que el planteamiento empresarial a largo plazo y el anclaje al territorio de las compañías que controla no es el fuerte de la compañía de Florentino Pérez.
ACS es una empresa de éxito si nos atenemos a su buen hacer en el sector de la construcción pero el mayor beneficiado de sus operaciones, más propias de una compañía de inversión que de una empresa constructora y de servicios, siempre es su núcleo duro de accionistas, la familia March, los Albertos (Alcoceber y Cortina) y Florentino Pérez, así como sus principales directivos.
Esta semana, ACS ha mostrado en Hochtief sus prácticas cuando toma el control de una compañía. Ha forzado la dimisión de la mitad del consejo, -se había opuesto a la OPA lanzada por el grupo español-, y ha aprobado un aumento del dividendo de nada menos que el 33%, un incremento con escasos antecedentes en las empresas germanas que son muy prudentes con el sacar dinero de la caja para evitar su descapitalización en momentos de vacas flacas, pese al profit warning, -rebaja de beneficios-, del grupo alemán. Con el dinero de Hochtieff está pagando la oferta pues no hay que olvidar que ACS sigue con cerca de 9.000 millones de euros de deuda.
La maniobra permitirá a ACS meterse al bolsillo unos 66 millones de euros, una cifra que casi iguala los 72 que percibió por la puesta en equivalencia del beneficio del grupo.
ACS entró en Fenosa en 2005 gracias a un acuerdo con el Santander en detrimento de una oferta de empresarios gallegos encabezados por Amancio Ortega, Jacinto Rey y Caixanova. Apenas tres años después, en 2008, y después de defender su entrada en la compañía eléctrica gallega como una operación de futuro en el sector energético, Florentino Pérez vendió Fenosa a Gas Natural. El resultado es que Galicia ha perdido a una empresa puntera y los mayores beneficios han ido a manos de los grandes accionistas de ACS.
De ellos, y de los directivos de ACS, firma que culmina un programa de stocks options de unos 470 millones de euros, con beneficios de más de 200 millones, para 40 directivos en los últimos años. Desde 2008, primer año de ejercicio de las opciones, el holding presidido por Florentino Pérez apenas ha bajado un 18% en Bolsa, ayudado de manera directa por la propia ACS, que se ha gastado unos 1.800 millones en los tres últimos años en comprar acciones propias para autocartera, para amortizarlas después y mantener artificialmente alto el valor para justificar sus bonus millonarios.
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