BILBAO. Norkar está registrando ligeros repuntes de ventas tras la llegada al mercado de sus nuevos modelos. El fabricante japonés ha apostado por afrontar el parón de ventas con coches modernos y competitivos. Es una forma de "adaptarse" al escenario que ha dejado el vendaval de la crisis, sostiene Rubén Parra. Todo el sector está reorientando sus estrategias y el que no lo haga no saldrá del pozo.
Se empiezan a registrar Expedientes de Regulación de Empleo en el sector, ¿se lo está planteando la dirección de Mazda Norkar?
Nuestra situación no es tan crítica como la de otros compañeros. En los seis primeros meses del año nos hemos defendido medianamente, incluso con pequeños picos de mejora de ventas incluso frente a los datos de 2007.
No es un caso habitual, las ventas se han desplomado los últimos dos años.
Es cierto, lo que pasa es que nosotros tenemos nuevos modelos que están teniendo mucho éxito. Crecemos porque hemos sabido adaptarnos a la crisis con esa apuesta.
¿Qué publico acude a sus concesionarios?
Tenemos un público muy selecto, tiene una idea concreta de lo que quiere y sabe que nosotros se lo podemos ofrecer.
¿No acuden entonces clientes buscando gangas?
Sí, hay algunos que están algo despistados. Las marcas más vendidas, las que tienen coches que se ajustan al precio medio, han bajado mucho los precios. Acuden gente preguntándonos qué tenemos por siete mil u ocho mil euros y nosotros no tenemos nada de esas características.
¿Los clientes piden más descuentos que antes?
Sí, eso también se nota.
Y los márgenes comerciales se han reducido.
Claro, el retroceso de los márgenes comerciales ha sido notable. Hay operaciones que dejan una rentabilidad en torno al 2%.
¿Ha cambiado la estructura del sector durante la crisis?
Sí, la competencia es ahora más abierta. Nosotros competimos ahora directamente con los modelos de las marcas que más venden. Se acerca más público.
Existe cierto pesimismo en el sector sobre la posibilidad de que se reactiven las ayudas a la vuelta del verano, ¿comparte es percepción?
No sé lo que pasará, pero los mensajes que llegan del Gobierno central apuntan a que no habrá más subvenciones.
¿Las considera imprescindibles?
En ese tema hay varias vertientes. Cuesta mucho cobrar las ayudas y además dan mucho trabajo al concesionario. La marca asumía además hasta ahora la mitad del descuento, se vende más pero la rebaja reduce los márgenes. El lado positivo de todo es que se genera mayor dinamismo. Acude mucha más gente al concesionario. Es importante, porque el sector está completamente parado y los incentivos públicos generan un gran dinamismo.