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Tubos Reunidos sigue en beneficios este año y ve el futuro con optimismo

BILBAO. Tubos Reunidos ha celebrado hoy en Amurrio, donde tiene su sede y su fábrica principal, su junta de accionistas, en la que se ha informado de los resultados del año pasado -ya conocidos- y de la marcha de empresa este año.

El grupo obtuvo el año pasado un beneficio neto de 1,1 millones de euros, un 98,7% por debajo de los 81,8 millones de euros registrados en el 2008.

El resultado bruto de explotación (ebitda) ha sido de 25,2 millones de euros (-83,6%) y la cifra de negocio ha alcanzado los 395,7 (-45,7%).

La empresa prefirió el año pasado reducir su endeudamiento en 55 millones de euros, con lo que al cierre del 2009 la deuda se situó en 109,5 millones de euros, en vez de repartir dividendos.

"En cuanto la situación se normalice, el grupo volverá a su política de reparto de beneficios habitual y rentabilidad para el accionista", ha explicado hoy su presidente.

La situación ha mejorado en el primer trimestre del 2010, en el que el grupo sigue en beneficios, aunque no se ha desvelado su cuantía.

La empresa afronta 2010 con "moderado optimismo" ya que en los últimos meses se ha producido una reactivación de la cartera de pedidos.

En especial, espera un futuro "muy optimista" en el sector energético, al reactivarse las actividades de extracción de crudo y de gas, unos sectores con una gran demanda de tubos.

Por eso, y "aunque la visibilidad sigue siendo limitada", la firma afronta el futuro con "confianza en que la recuperación se irá consolidando de forma gradual a lo largo del ejercicio".

De la evolución en las próximas semanas dependerá la continuidad del recurso al expediente de regulación de empleo (ERE) que se está aplicando actualmente en Tubos Reunidos, y que concluirá el 31 de mayo. El grupo tiene otro en vigor en su otra factoría principal, Productos Tubulares, hasta el 31 de diciembre.

Abasolo ha explicado que actualmente la capacidad productiva de la fábrica se está aprovechando al 60 por ciento, aún así bastante mejor que unos meses antes. "Si las fábricas no están al cien por cien, no podemos no usar el ERE", ha dicho, aunque ha preferido esperar a ver si la situación sigue mejorando estas semanas antes de decidir qué se plantea a partir del 1 de junio, porque "a nadie le gusta usar un ERE".

Para preparar el futuro, el grupo invertirá en innovación sesenta millones de euros en los próximos cinco años, casi todo el dinero en el País Vasco, ya que no tiene previsto abrir más plantas fuera de Euskadi.

Los resultados se verán en seguida, ya que va a aumentar la longitud -hasta 25 metros- y diámetro -hasta 71 centímetros- de los tubos que efectúa en acero especial, lo que espera que le permita diferenciarse de sus competidores.