Fianza del alquiler: motivos legales por los que tu casero puede retenerla y cómo reclamar
El propietario de la vivienda solo puede quedarse con tu dinero si existe una justificación legal que respalde su decisión; si no estás de acuerdo, siempre puedes reclamar
La fianza es el dinero que los propietarios solicitan a los inquilinos como garantía económica a la hora de firmar un contrato de alquiler. Su objetivo es cubrir posibles impagos o daños en la vivienda, de forma que si todo transcurre con normalidad, este depósito será devuelto cuando finalice el contrato.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que, en el caso de las viviendas, la fianza suele equivaler a una mensualidad del alquiler y que, tras la devolución de las llaves, el propietario tiene un mes para reintegrarla. Si pasado ese plazo no se ha devuelto, el inquilino tiene derecho a reclamar el cobro de intereses legales.
Motivos legales para no recuperar la fianza
El retraso en la devolución de la fianza puede deberse a un despiste del propietario o a que este considere que tiene motivos legales para no hacerlo. Algunos de ellos son:
1- Impago del alquiler o suministros
El casero puede usar el dinero de la fianza para saldar deudas como mensualidades sin pagar, facturas de luz, agua, gas o internet que están a nombre del inquilino.
2- Incumplimiento del contrato
Si dejas el piso antes de la fecha pactada sin previo aviso, tienes una mascota sin permiso o subalquilas habitaciones sin autorización, el propietario puede retener la fianza por incumplimiento contractual.
3- Daños en la vivienda
El propietario puede descontar de la fianza el coste de reparación de posibles desperfectos en el inmueble como pueden ser puertas rotas, muebles dañados, manchas en las paredes, suelos rayados, etc. y que van más allá del desgaste normal. Es aconsejable para las dos partes hacer un inventario fotográfico del piso antes y después del alquiler para evitar conflictos.
4- Mantenimiento deficiente o limpieza
Dejar el piso en mal estado de higiene, sucio o desordenado es otro motivo válido para que el casero descuente de la fianza el coste de una limpieza profesional o de reparaciones menores.
5- Obras sin consentimiento
Modificar la vivienda sin autorización escrita (pintar, cambiar el suelo o hacer reformas en el baño o en la cocina) puede suponer la pérdida total o parcial de la fianza. El casero tiene derecho a devolver la vivienda a su estado original con ese dinero.
6- Uso indebido de electrodomésticos
El mal uso o negligencia que provoque averías (por ejemplo, romper la lavadora o quemar el horno) permite que el propietario descuente el coste de la reparación. No se considera motivo de retención el desgaste natural de los aparatos.
¿Qué hacer si no te devuelven la fianza?
El artículo 36 de la LAU establece que el casero tiene obligación de devolver la fianza en 30 días desde la entrega de llaves: "El saldo de la fianza en metálico que deba ser restituido al arrendatario al final del arriendo, devengará el interés legal, transcurrido un mes desde la entrega de las llaves por el mismo sin que se hubiere hecho efectiva dicha restitución".
Si no lo hace y consideras que no tiene motivos justificados para ello, lo mejor es intentar resolver el conflicto por las buenas. Habla directamente con el propietario, ya que puede tratarse de un simple olvido.
Si el propietario lo ha hecho conscientemente y no atiende a razones, envía un burofax para reclamar la fianza de manera formal. En el caso de que no haya respuesta o de que se niegue a devolverla sin justificación, puedes presentar una demanda. El juez podrá ordenar así la devolución del dinero más los intereses legales.
La devolución de la fianza no es automática ni está siempre garantizada, pero tampoco puede ser retenida de forma arbitraria. Conocer tus derechos es la mejor forma de evitar problemas y de proteger adecuadamente tu dinero.