Calentar tu vivienda sin dar un sablazo a tu presupuesto ahora que los precios de la electricidad, el gasóleo o el gas están por las nubes no es una tarea fácil, pero sí es posible. Sobre todo si tienes en cuenta estos trucos y consejos que puedes llevara a la práctica muchos días de invierno en los que las temperaturas no son extremas.

Cierra puertas, ventanas y persianas

Parece obvio, pero las puertas y ventanas abiertas son una fuga de calor y generan corrientes en casa, por lo que si están cerradas el calor se distribuirá por todo el inmueble y no se concentrará en la estancia en la que sueles pasar más horas, como el salón o las habitaciones. Intenta cerrar todas las puertas de los dormitorios, el baño o el salón. De esta forma, mantendrás la temperatura en las estancias. Los días más soleados levanta las persianas y que el sol caliente las habitaciones (aunque con las ventanas cerradas) y los días con lluvia y frío bájalas para que actúen como aislante térmico

Utiliza mantas y alfombras

El suelo es muy importante. En el se concentra parte del frío y se puede concentrar parte del calor. Las alfombras guardarán el calor generado y te darán sensación de calidez y confort al andar por tu vivienda y mitigarán la necesidad de encender la calefacción. Las mantas o edredones en los sofás y en las camas nos quitarán el frío sin disparar la factura de gas o electricidad.

Viste las paredes y píntalas de colores cálidos

Evita las paredes desnudas. Libros, estanterías, cuadros, muebles, etc. decorarán tu vivienda y generarás una distribución y mantenimiento más estable de la temperatura. Los colores cálidos de las paredes ayudarán a absorber el calor externo y dar sensación de bienestar.

Estudia la distribución de los muebles

Una buena distribución de los muebles y accesorios decorativos evitará el frío. Por ejemplo la cama cerca de la ventana es mas fría y es mejor situarla cerca de la puerta o una pared interior.

Un niño, abrigado con ropa de invierno y encima de una alfombra. Freepik

Utiliza ropa de abrigo y velas

Sudaderas, calcetines gordos, pijamas de felpa, zapatillas de las de toda la vida de cuadros o muñecos, batas de estar por casa y otras prendas nos calentarán muchos días sin necesidad de encender la calefacción. Las velas te aportarán ambiente, buen olor e iluminación adicional y son una alternativa en espacios no muy grandes, sobre todo con una correcta distribución.

Revisa los aislamientos y sellados de ventanas

En algunos casos el aislamiento adicional de algunos huecos en los marcos o en zonas deterioradas de la albañilería se hace necesario. Hay una gran variedad de siliconas y espumas para apañar ese problema y evitar de manera rápida y sencilla la fuga de calor y/o la entrada de aire. En el caso de marcos defectuosos por los que entra la corriente también es fácil el sellado con cinta adhesiva con espuma.

Ventila en periodos cortos

La ventilación de una vivienda es necesario por cuestiones de salud e higiene, pero puede suponer una fuga importante de calor. Dependiendo de la estancia, ventilar entre 10 y 20 minutos es suficiente si no queremos enfriar demasiado la habitación. Por eso es mejor hacerlo varias veces al día por poco tiempo. .

Una pareja, junto a la chimenea encendida en su casa. Freepik

Recurre a chimeneas y calefactores

Si tu casa tiene chimenea, enciéndela más a menudo para calentar una estancia (o varias) y distribuir el calor por toda la vivienda. Un pequeño calefactor, o estufa de gas o aparato de aire acondicionado te sacará de un apuro si quieres calor rápido y por un tiempo limitado en una estancia concreta sin necesidad de encender la calefacción para toda la casa.

Coloca cortinas más gruesas y térmicas

Si colocas cortinas más opacas y gruesas en invierno mantendrás el calor, ya que las ventanas son una de las principales entradas de frío, por lo que las cortinas gruesas o, incluso, de tela térmica, te ayudarán a tener un hogar más cálido.