Bilbao
Por mucho que a las bancadas de la Bou Bizkaia lleguen los mejores remeros del Cantábrico, el corazón y el alma de la trainera bermeotarra es Iker Zabala. Si la regata de hoy es especial para la plantilla de Urdaibai, para Zabala, que cumple su 19ª temporada en el club de su pueblo, los sentimientos se multiplican.
La semana se ha hecho larga en la localidad costera. Siete días de tensa calma entre los dos puntos álgidos de la campaña pueden minar los nervios de cualquiera. "Después de la regata hubiésemos querido hacer esa misma tarde la segunda jornada. Los días se han hecho eternos pensando constantemente en la regata", confiesa Iker Zabala. Cuentan las horas que les faltan para saltar al agua: "Queremos sacar esa rabia que tenemos dentro".
Treinta y tres segundos de botín tras la primera jornada no sirven para hacer que el remero vea la bandera en el bolsillo: "No está ganada, ni mucho menos. Además, los partes meteorológicos dicen que va a estar la mar movida e incluso que va a hacer algo de viento". En Bermeo desean que todo esté lo más controlado posible. Si saben que la naturaleza no entiende de orden, también desconfían del rival: "Kaiku, además, ya ha demostrado en varias ocasiones que es capaz de hacer grandes brechas".
Zabala sabe que tienen muy cerca la bandera y está convencido de que su equipo no caerá en el error de relajarse: "Tenemos confianza, hemos cogido mucha moral y la embarcación se ve que está yendo muy bien. Nunca habíamos sacado esa tripulación y en ese aspecto estamos tranquilos. Vamos a ir a tope, sin especular. Lo que tenemos que hacer es tener en cuenta lo mal que lo hemos pasado este año. Estamos contentos con la evolución del bote durante la semana, pero ahora nos toca plasmarlo en la regata". La implicación de los remeros es tal que "algunos han afilado el peso porque están con ganas, con rabia y con hambre".
dos equipos parejos Iker Zabala reconoce que el pasado domingo Urdaibai tuvo suerte en el sorteo de calles, pero quiere que no se olvide la capacidad de su equipo para aprovechar al máximo esa circunstancia. "Estoy convencido de que no es la diferencia real entre los dos botes, son tripulaciones muy parejas", matiza el remero bermeotarra sobre la distancia que les separa respecto a Kaiku, "se les rompieron un poco los esquemas porque tendrían una regata en mente y al trastocarles los planes se fueron un poco abajo". Quienes no pudieron enseñar sus armas en la bahía donostiarra fueron los equipos de la segunda tanda del pasado domingo. Iker Zabala reconoce que el cambio de las condiciones meteorológicas les benefició: "Para ellos fue una desgracia, pero para nosotros, siendo sinceros, fue un alivio. Cualquiera de las cuatro nos podía meter en apuros. Queda un poco desdibujada la competición, pero queremos demostrar hoy, en condiciones más o menos parejas, que nosotros somos merecedores de la bandera".
"Nosotros no vamos a escatimar en esfuerzos por intentar traer esa bandera a las vitrinas", avisa Zabala. Es su compromiso hacia un pueblo que se ha volcado con el equipo en los últimos meses: "El pueblo está muy encendido, pero no ahora que hemos hecho un buen resultado en La Concha, sino todo el año. La verdad es que la afición bermeotarra se ha portado de maravilla con nosotros y desde aquí quiero darle las gracias". La segunda bandera de La Concha iría dedicada a esos incondicionales. Tras tantos años esperando en Bermeo para conseguir el primer triunfo en La Concha, el segundo puede llegar de manera consecutiva. Zabala explica que las dos tendrían su propio valor: "La primera es especial por ser la primera. Con la segunda, los remeros lo que queremos hacer es reivindicarnos y dar a conocer a la gente que lo que hicimos la temporada anterior no fue por casualidad ni por historias raras".
llegar frescos a donostia Desde la atalaya que da la veteranía, Zabala analiza la temporada que ha firmado Urdaibai. A puertas de ganar La Concha está convencido de que el balance de la campaña tiene que ser positivo: "Este años es tan positivo o más que el año pasado. En bateles hemos luchado siempre por el primer puesto, hemos ganado casi todos los descensos de traineras, también hicimos pleno en trainerillas y en verano empezamos la Liga bien, siendo líderes. Ahora, si hacemos bien nuestra tarea, ganaremos La Concha y será el fin de una buena temporada".
La polémica exclusión de la regata de Portugalete dilapidó sus opciones en la Liga. Zabala lamenta quedarse sin posibilidades de conseguir el título, pero reconoce que eso también les ha ayudado ha llegar muy frescos a La Concha: "Por un lado nos hemos quitado la presión de la Liga. Hoy en día, para ganar la Liga ACT, te exige que des un gran nivel cada fin de semana y, desgraciadamente, después de lo de Portugalete, se echaron por tierra todas nuestras ilusiones. El primer objetivo del club era conseguir la corona en propiedad, porque sería el quinto título. Luego ya sabíamos que Kaiku no fallaría con la plantilla que tiene. De cara al exterior decíamos que queríamos recortar, pero por dentro sabíamos que iba a ser muy complicado. Hicimos rotaciones y José, como buen estratega, ha hecho muy bien sus labores. Fuimos a una carta cogiendo riesgos y esa ha sido la clave: La frescura de no haber hecho tantas regatas".
la luz de urdaibai se apagaba Ha sido una temporada muy dura para los integrantes de Urdaibai. Tanto los remeros como el cuerpo técnico y la directiva han tenido que hacer piña para sobreponerse a todos los problemas extradeportivos. Iker dice que, como veterano del vestuario, no ha tenido que ejercer muchas horas de terapeuta psicológico: "Trabajar con este grupo da gusto. Quien sí ha tenido que hacer más de psicólogo ha sido el entrenador. Tenemos un director de orquesta fenomenal. Estoy encantado con él porque ha sabido llevar el grupo muy fresco y entero hasta hoy. Los resultados están ahí. Cualquier otro equipo en nuestra situación no sé cómo lo afrontaría, pero con la entereza que hemos demostrado, levantándonos en varias ocasiones tras recibir palos de todos lados, por la prensa y deportivamente, es de agradecer y de dignificar". La figura de José Manuel Francisco le ha impresionado y no escatima en elogios hacia su persona y su trabajo: "Ahora puedo decir que, de todos los entrenadores que he tenido, él es el número uno como persona y como entrenador. La luz de Urdaibai se estaba apagando y es él quien va a dejar un palmarés envidiable. En dos años, con suerte, dos Conchas. Va a ser una cosa irrepetible".
Irrepetible o no, Zabala quiere entrar hoy en Bermeo con una bandera al viento. En parte por su ambición como deportista, en parte para reivindicar el orgullo de los colores que defiende. Para que no se vuelva a dudar de la palabra bermeotarra.