Las lesiones nunca llegan en un buen momento, pero en el caso de Iñaki Artola fue prácticamente en la peor situación posible. Estaba con juego, repleto de confianza y tenía en pocos días su primera final del Manomanista. Todo se torció. Tuvo que dejar su lugar y comenzar una larga recuperación. El primer paso fue recuperar la forma y el segundo dejar de lado todos los miedos de una posible recaída. Una vez superada esa fase, el delantero de Alegia se siente bien antes de afrontar el que será un campeonato especial para él. El curso pasado se quedó con la espina y en este, aunque no se sienta como uno de los grandes favoritos, tampoco niega que su objetivo es repetir lo realizado y volver a ser una de las sensaciones del mano a mano. El campeonato será presentado la semana que viene y el delantero guipuzcoano será uno de los cabezas de serie en una cita llena de aspirantes.

¿Con qué sensaciones se encuentra?

—Entrenando me siento a gusto. Luego, no he tenido muchos partidos últimamente y en los que he tenido, no he hecho ningún encuentro redondo. No estoy dando mal nivel, pero tampoco el mejor. Pero entrenando las sensaciones son mejores que en los partidos y por ese lado estoy tranquilo y con mucha motivación e ilusión para el mano a mano.

¿Falta la chispa que dan los campeonatos?

—Sí, así es. Es verdad que siendo profesionales salimos a disputar todos los partidos y siempre tenemos que dar el mejor nivel, porque si no lo damos podemos perder el puesto y si queremos volver a jugar un campeonato tampoco podemos jugar mal. Hay que dar el nivel, eso es cierto, pero también es cierto que a la cabeza no se le puede engañar y al final si te quedas fuera del campeonato, falta esa motivación extra. Aunque estoy entrenando a gusto y con ilusión, además tengo en la cabeza el mano a mano que viene ahora y el Cuatro y Medio Navarro de después, si es posible que me esté faltando esa chispa que dan ese tipo de partidos.

Sufrió una lesión importante hace meses, ¿quedan recuerdos de ella?

—La verdad es que hace bastante que me puse bien. Al volver la recuperación fue muy buena y no tuve ninguna recaída, pero sí que me costó más psicológicamente. Al volver de una lesión, además en mi caso tuve una racha bastante mala de lesiones, los primeros partidos cuando sentía alguna molestia, que antes igual ni me pararía a pensar en ella, ya me asustaba un poco. Me centraba más en eso que en el juego y estaba muy atento a las sensaciones, con miedo a una recaída. Luego, fui olvidándolo y ahora mismo diría que no pienso en ello.

Además la lesión llegó en el peor momento posible, cuando iba a jugar una final del Manomanista.

—Es verdad que me dolió un montón y lo noté más cuando pasó un tiempo. Al principio no tenía tiempo de pensar. Estaba todos los días viendo si podía jugar la final o no y cada día tenía algo que hacer, tenía mi plan. Cuando acabo todo eso y a los dos o tres meses, fue cuando me vino el bajón. Cuando volví a jugar también estuve cabizbajo de humor y si tenía algo cargado enseguida se me encendía el chivato, por eso estuve sin dar el cien por cien. Creo que lo he superado, en los últimos partidos ni he pensado en eso y las sensaciones son bastante buenas.

¿Cómo afronta este Manomanista después de todo esto?

—Con mucha ilusión. No lo estoy guardando y lo siento así, que aun sabiendo que está muy difícil, quiero tener la oportunidad de jugar alguna final o algún partido grande. Es una espina que se me ha quedado y que me gustaría sacar algún día. También sé que este año hay un montón de pelotaris que igual son más favoritos que yo, algo que al mismo tiempo me quita presión, y eso puede hacer que aun dando lo mejor de mí, puede pasar que pierda.

Esa espina de la que habla hace que este Manomanista sea uno de los más especiales de su trayectoria.

—Puede ser aunque nunca sabemos lo que va a pasar. El año pasado me quedó esa espina, pero al mismo tiempo vi que podía hacer buen papel. Los años anteriores había habido veces que entrenando me sentía muy bien y desde aficionados tenía la modalidad del mano a mano como si fuera la mía, pero luego los resultados no eran buenos. Cada año que no iba hacia delante, empezaba a dudar. Si era por la manera de jugar, por los entrenamientos y se puede llegar a pensar que no da para más, preguntándome si había que cambiar algo. Pero el año pasado vi que jugando como a mí me sale y creyendo en mi juego, puedo llegar hasta arriba. Es me ha dado confianza. En los entrenamientos estoy notando que creo un poco más en mí que antes y a ver si ese factor positivo me puede ayudar.

¿A quiénes ve como los principales candidatos?

—Es verdad que todos los años comentamos que hay un montón de favoritos, pero luego siempre gana Altuna (risas). Por respeto a los resultados que está obteniendo, diría que es el favorito y luego hay un montón de pelotaris. No sabría decir uno porque hay una hornada como Ezkurdia, Irri, Laso, Jaka... un montón de manistas que ya saben lo que es ganar o, por lo menos, jugar finales y luego están los Darío, Peña, Agirre... que pueden ganar a cualquiera. Demasiado contrario bueno veo.

Entre esos candidatos también estará Artola, ¿no?

—Me veo para pelear por lo menos. El año pasado me tocó jugar contra rivales buenos y vi que si doy lo mío puedo estar en la pomada.

“Me veo para pelear por lo menos. Me tocó jugar contra rivales buenos y vi que si doy lo mío puedo estar en la pomada”

“Quiero tener la oportunidad de jugar una final. Es una espina que se me ha quedado y que me gustaría sacar algún día”