N casa de los Egurrola el remo es más que una afición, más que un deporte. Es algo que se lleva en la sangre y que ocupa gran parte del día a día de esta familia de Elantxobe. Es un modo de vida para Patxi, presidente y exremero del club de la localidad vizcaina, y también para su hija Zuberoa, patrona de Deusto. Los dos disfrutan de esta temporada atípica de remo, pero lo hacen desde perspectivas muy diferentes. La ilusión de las primeras regatas contrasta con la experiencia de muchos años dedicado en cuerpo y alma a este deporte. Patxi remó en Elantxobe y en bastantes ocasiones estuvo acompañado por Zuberoa, que observaba las regatas desde tierra a la espera de que llegara su momento para subirse a una trainera. Ahora, los papeles están cambiados. Su hija es quien disfruta en el agua a la popa de la Tomatera mientras que el padre, orgulloso, observa desde el otro lado de la barrera cómo progresa. Este fin de semana, ambos tendrán un doble compromiso. En Getaria mañana y en Pasaia, el domingo.

Como es lógico, el remo estuvo muy presente en la infancia de Zuberoa. Pasar el día acompañando a su padre en el club de Elantxobe era costumbre para ella y no tardó en subirse a su primera embarcación. "Empecé siendo bastante pequeña. Otros dos primos y yo comenzamos con siete años y el primero remábamos sin ficha porque éramos demasiado pequeños. Siempre he andado por el club y acompañando a mi aita a las regatas", relata. La hoy patrona de Deusto llegó a probar con el baloncesto y jugó en las categorías inferiores del Lointek Gernika, llegando a disputar una Minicopa, pero el remo terminó por convencerla: "Todas las chicas de la escuela jugaban y me apunté también. Al final decidí dejarlo porque no me gustaban algunas actitudes y cómo trataban a las jugadoras que no tenían tanto talento. También me gusta más el ambiente del remo, ya que nos relacionamos más entre todos los equipos".

Patxi tiene muchos más años de experiencia y aunque dejó de remar, este deporte ocupa aún gran parte de su vida. "Hago un poco de todo. Estoy por las mañanas con los críos de Elantxobe, después echo una mano a los chicos mayores si les hace falta algo y si no, voy a Bilbao a llevar a la cría a entrenar a Deusto", cuenta el exremero, que no pierde las ganas de remar: "Cuando entreno con los chavales salgo de vez en cuando suave suave para quitar el mono. Todavía me da esa envidia sana".

La experiencia obtenida por Patxi ayuda ahora a Egurrola. Sin embargo, no trata de avasallar a consejos a la hija. "De vez en cuando le digo algo, pero no la quiero agobiar. Prefiero que vaya aprendiendo. Tiene un entrenador que es el que le tiene que decir las cosas. Yo disfruto mucho viéndola en la popa y me gusta que ande allí", cuenta el presidente de Elantxobe. Esas pequeñas pinceladas ayudan a Zuberoa, que reconoce que su padre le ayuda también fuera del agua: "Si no tuviera a mi padre como entrenador, no hubiera entrado tan fácilmente en una trainera".

temporada actual

Este año las cosas no comenzaron bien para Deusto. Las tomateras después del confinamiento vivido, pero sufrieron dos duros varapalos. Primero, en la regata inaugural de la ETE, donde fueron sextas, y luego en el Campeonato de Bizkaia, en el que no pudieron disputar la victoria y acabaron cuartas. "Creo que podemos enseñar bastante más de lo que hemos enseñado hasta ahora. Tenemos mucho margen de mejora. Veo que podríamos entrar en el play-off, aunque ahora mismo después de la primera regata lo tenemos difícil para recuperar esos puntos", expone Zuberoa. Esa mejoría ya empezó a verse con el tercer puesto logrado en Getaria en la última jornada.

Por su parte, Patxi trabaja para que Busturialdea crezca y sirva para que los remeros de la comarca tengan una embarcación de referencia. "Es una iniciativa que empezó hace muchos años y hemos tirado para adelante Elantxobe y Mundaka. Estamos viviendo el tema con mucha ilusión, como un proyecto de futuro, y queremos que se asiente la trainera en la comarca", declara el exremero, que quiere dar un paso más allá en este proyecto: "También me gustaría que hubiera de chicas para redondear el círculo y no se tengan que marchar fuera de sus pueblos para remar. Todavía esta verde, pero intentaremos dar forma a este proyecto".

No remarán este domingo. Las remeras de Arraun Lagunak dieron negativo en los test PCR a los que fueron sometidas el miércoles. Las donostiarras, que tuvieron que quedarse en tierra el pasado domingo debido al positivo por covid-19 de una de sus bogadoras, se sometieron esta semana a pruebas en una clínica privada para saber si había más contagiadas. A pesar de los resultados obtenidos, la 'Lugañene' no estará en el agua este fin de semana. La segunda prueba, marcada por Osakidetza, la realizarán mañana y las remeras de Arraun Lagunak no tendrán el resultado antes de que comience la disputa por la bandera del domingo, por lo tanto deberán esperar hasta el lunes para retomar su actividad.