L Campeonato de España del peso wélter, para el que está nombrado Jon Míguez (Getxo, 1996) como aspirante desde octubre de 2018, parece que está gafado. La semana pasada, a apenas diez días para la celebración de la cita contra Avelino Vázquez (6 victorias y 6 derrotas en su carrera profesional), MGZ Promotions recibió la notificación de que el púgil de Vigo no podía ser de la partida por motivos médicos. La marca boxística vizcaína se movió con celeridad para contratar al experimentado húngaro Zoltan Szabo, cuya marca profesional es bastante reseñable, dado que acumula 50 peleas (27-23) en menos de cuatro años en el ensogado de pago. El de Budapest será el rival definitivo del boxeador de Eskuinaldea hoy en una cita pleiteada a la distancia de los diez asaltos y enclavada en el Estadio Riomar de Castro Urdiales, localidad en la que reside Jon. Se cumplirán todos los protocolos sanitarios en el regreso a la nueva normalidad del boxeo.

Anteriormente, bien por renuncias externas o por lesión, Míguez tuvo que conformarse con esperar su momento. El pasado 28 estaba fijada la fecha definitiva por el Estatal ante John Dickson, pero la pandemia del coronavirus covid-19 cercenó la oportunidad del vizcaino. Una vez finiquitado el confinamiento, MGZ trabajó para establecer un evento de regreso y lo consiguió en la localidad costera cántabra. En esas, se cayó la opción de La Sombra y se nombró a Leonel Rodrigo Labre, quien se lesionó en la preparación. "Había que agradecer a Vázquez el aceptar el combate a apenas un mes de la celebración. Sabía que era un rival muy entrenado", revela el wélter, quien no podrá concretar el ansiado cinturón y tendrá que esperar. Sigue el gafe. "Se cambia de rival, pero no pasa nada. Yo estoy centrado en lo mío", desgrana el de Getxo. En esta tesitura entra en juego el húngaro Szabo como sustituto de urgencia de Vázquez. Todo apunta a una pelea de quilates.

A pesar de lo sucedido con el Estatal, a The Good Boy no le preocupan los cinturones. "Siempre he pensado en ir pelea a pelea y hacer mi camino. No me obsesionan los títulos. Lo que tenga que llegar llegará", describe.

Aunque las dudas podían haber surgido por la dureza del confinamiento en la espartana disciplina pugilística, Míguez afirma encontrarse en un buen momento de forma y quiere refrendarlo hoy mismo. "Estoy con ganas. Estoy muy preparado físicamente. He pasado más de dos meses centrado en regresar al cuadrilátero. Considero que estoy bien entrenado", describe el púgil de Getxo, quien reseña, no obstante, que los tres meses de estado de alarma no fueron fáciles. El wélter no dispone de un gran terreno para ejercitarse a diario, por lo que las dificultades quedaron patentes a la hora de establecer una rutina tan efectiva como la habitual, dividida en sesiones técnicas sobre el ring y de trabajo físico en el gimnasio. "Vivo en una casa pequeña junto a mi novia e hice lo que pude durante esas semanas. Tuve la oportunidad de llevarme una comba y unas mancuernas y, de ese modo, trabajar para mantener un poco la tonificación. Sin embargo, había días en los que me costaba más ponerme a entrenar", recita con sinceridad The Good Boy. Asimismo, la alimentación estricta "también se torció un poco". "Cuando se nos comentó que había posibilidad de volver a pelear en julio, me centré en la competición. Bajé bien de peso y me encuentro a gusto para saltar al cuadrilátero", sostiene el boxeador.

Llegó un punto en el que la cabeza hizo clic. "Hay que cambiar el chip y decir hasta aquí he llegado. Acabé la cuarentena en 78 kilos y en uno de los últimos prepesajes estaba ya en 68,400. He sido capaz de bajar diez kilos bien, sin tener que echar mano del traje sauna", especifica el getxotarra. La premisa fue clara: "Comer limpio y retomar un trabajo duro de dos entrenamientos diarios". El boxeador de Eskuinaldea cinceló su cuerpo para una prueba de gran responsabilidad ante el húngaro Szabo. Más todavía si se tiene en cuenta que el Estadio Riomar estará copado por la Marea azul, la afición que siempre arropa a Míguez en todas sus citas pugilísticas de primer nivel.

Velada de nivel. Otro de los grandes alicientes de la velada de Castro Urdiales será el debut de Jhon Jader Obregón con MGZ Promotions. El superwélter de Otxarkoaga inició su carrera en el boxeo de pago con EuskoBox en julio de 2019, pero el contrato de un año con la operadora finalizó y el bilbaino se decantó por cambiar de aires. El estilista, que lleva cinco combates en la élite, se mide a Edwin Palacios. Además, Nany Suárez se enfrenta a Buchra El Quaissi en la cita de semifondo, Mario Ospina se cruza con Romeli Martínez, Rikar Urrutia pugna con Fernando Gandarias y Santi Vanegas se cita con Dionis Martínez.