- Allá por el mes de enero había pocas dudas sobre la identidad del nuevo campeón de la Premier League. Ya entonces se comentó largo y tendido sobre los 30 años que llevaba sin ganar la liga doméstica tan venerable club, teniendo en cuenta que en ese intervalo subió a sus vitrinas dos copas de la Champions League (2005 y 2019) y perdió otras tantas (2007 y 2018). Hubo mucha leyenda sobre las razones por las que el legendario Liverpool no reinó en Inglaterra desde 1990, cuando sumó su décimo octava liga doméstica, todavía sin el actual formato. Y hubo mucha leyenda sobre la depresión en la que cayeron los reds cuando en 2014 se quedaron a un santiamén de su primera Premier. Para más inri hubo momentos en los que nadie daba un duro por la reanudación de la Premier a causa de la covid-19. Y por fin, aunque reviente mañana el mundo, ya no hay quien se lo quite: el Liverpool ya es campeón. Su hinchada lo sabía desde enero, pero con tanta incertidumbre y zozobra no se resistió a celebrar el título, probablemente el más surrealista de la historia.

Hasta ayer se han contabilizado en Reino Unido 43.414 fallecidos por la covid-19, y por mucho que las autoridades advirtieron desde que acordó la reanudación del campeonato y remarcaron el pasado jueves, antes de la victoria del Chelsea sobre el City que otorgó matemáticamente el título a los reds, más de 2.000 seguidores se arremolinaron junto al estadio de Anfield, especialmente en las inmediaciones de la mítica The Kop, la tribuna de los seguidores más enardecidos. Sin mascarillas, ni separación pertinente, abriendo las puertas de par en par a nuevos rebrotes.

Al parecer y pese a las advertencias previas, pronto se han olvidado las consecuencias del último partido que vivió Anfield con público, el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions frente al Atlético de Madrid de infausto recuerdo, y no sólo por el aspecto deportivo.

Un estudio de Edge Health, institución que analiza datos del Servicio Nacional de Salud Británico (NHS) concluye que aquel partido, disputado el pasado 11 de marzo, al que viajaron cerca de 3.000 aficionados del equipo colchonero, provocó 41 muertes adicionales por coronavirus.

El día en el que un resultado ajeno (el triunfo del Chelsea ante el City), que precipitó la celebración de los seguidores del Liverpool, ha tenido que coincidir con una ola de calor sobre Inglaterra, situación inusual, lo cual ha acrecentado la imagen surrealista. Miles de personas abarrotando las playas británicas sin mayor respeto al protocolo coronavirus y una hinchada desbocada por un título sin misterio alguno, amortizado desde el frío mes de enero.

Un desafío sin embargo todavía le quedan alicientes al legendario Liverpool, puesto de nuevo en órbita tras la llegada del carismático técnico alemán Jürgen Kloop.Bajo su mando, el Liverpool y sus seguidores han recuperado la autoestima. "Debemos convertir a los escépticos en creyentes (doubters to believers)", dijo Kloop el día de su presentación, hace tres años. Misión cumplida.

A falta de siete jornadas para la conclusión de la Premier, el Liverpool está en condiciones de arrebatar el récord de 100 puntos conquistados en una misma liga, que está en poder de su gran antagonista en las últimas temporadas, el Manchester City, desde la temporada 2017-18. Los reds suman actualmente 86 puntos y están todavía por disputarse 21.

De paso, el Liverpool también podría arrebatarle al equipo de Pep Guardiola otro récord menor, pero no menos significativo para cargar de alicientes lo que resta de temporada, como es la máxima diferencia de puntos (19) sobre el segundo clasificado,