BILBAO. Suecia será el primer rival de la selección estatal en la próxima Eurocopa. Ambos combinados debutarán en San Mamés el lunes 15 de junio (21.00 horas); sin embargo, ya saben lo que es enfrentarse este año, después de que compartieran grupo también en la fase de clasificación. El conjunto de Luis Enrique se impuso cómodamente en el Santiago Bernabéu (3-0), por donde Suecia pasó sin pena ni gloria; pero después firmó un discreto empate en Solna (1-1) gracias a un postrero gol de Rodrigo, logrado en el minuto 91 de partido. Con todo, este empate le otorgó a España el punto que le faltaba para asegurar su presencia en la Eurocopa. Así que ahora, con la selección nórdica clasificada como segunda, los dos equipos vuelven a verse las caras.

Así pues, Suecia se plantará en San Mamés con la certeza de que España es superior y con el conservadurismo como bandera; pero con la confianza que le otorga haber llegado hasta los cuartos de final en el pasado Mundial de Rusia -para caer frente a la Inglaterra de Gareth Southgate-. De hecho, el equipo de Janne Andersson está en su sexta Eurocopa consecutiva gracias al juego directo, la intensidad máxima y la creatividad de Emil Forsberg, centrocampista del Leipzig alemán. Pero, sobre todo, Suecia está en la Eurocopa gracias a su solidez colectiva. Y es que el seleccionador nórdico ha conseguido crear un equipo ordenado, coordinado y competitivo. Un ejército físicamente invencible que se mueve al mismo ritmo y al que no le importa aferrarse a su defensa, fortificarse alrededor de su portería, para sumar. Asimismo, tácticamente puede rivalizar con España, que ya demostró en Solna sufrir demasiado en el juego aéreo, uno de los puntos fuertes de los suecos.

Con todo, a pesar de lucir como una fuerza colectiva, hay que destacar que Suecia sobrevive gracias a los destellos individuales de calidad de Forsberg. El medio es, sin duda, el futbolista más técnico del ejército nórdico, el único que puede aportar creatividad ofensiva al juego sueco. De hecho, el centrocampista parece haber dado un paso adelante esta temporada, donde luce también unos buenos números goleadores: acumula siete tantos con el Leizpig entre todas las competiciones oficiales. Así pues, del gran trabajo de Forsberg se aprovechan Robin Quaison, máximo artillero de Suecia en la fase de grupos con cinco dianas, Marcus Berg, otro buen rematador; y Viktor Claesson, actualmente en el Krasnodar y que acumuló tres tantos en la clasificación. Además, España tampoco podrá perder de vista a revulsivos como el txuri-urdin Alexander Isak o los centrales experimentados Victor Lindelöf y Andreas Granqvist, que no dudan en presentar sus credenciales aéreas en el balón parado.

En definitiva, Suecia puede pecar de un fútbol elemental, pero sabe exprimir sus virtudes para llevarse los encuentros, por lo que España necesitará de la inspiración y la velocidad que exhibió en el Santiago Bernabéu en la fase de clasificación si no quiere verse atrapada en el entramado escandinavo.

Sin ibrahimovic

Una vez más, Suecia participará en una competición internacional sin su jugador más mediático: Zlatan Ibrahimovic. Y es que todo parece indicar que Andersson seguirá sin contar con el delantero, que a pesar de anunciar su retirada de la selección en 2016, siempre se termina postulando para estas citas.