vitoria - El responsable de la salvación la pasada temporada y de la gran campaña que este año está realizando el Deportivo Alavés, Abelardo Fernández, no seguirá el curso que viene en la disciplina albiazul, según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. El preparador gijonés ha decidido recientemente que su etapa al frente del banquillo de Mendizorroza se ha terminado. Y ha sido él quien ha puesto punto y final a su andadura como entrenador de la escuadra vitoriana. Porque la entidad del Paseo de Cervantes le había trasladado recientemente una oferta de renovación por un año más, aunque El Pitu ha decidido no continuar después de darle muchas vueltas a lo que era más conveniente para ambas partes.

Es más, no hay lugar tan siquiera a una valoración de dicha propuesta. Desde el entorno más cercano del preparador asturiano en Gijón se asegura que su ciclo ha concluido, que su trabajo está más que realizado y que difícilmente va a aspirar a cotas mayores el curso que viene si no hay una inversión importante en fichajes. De hecho, una de las situaciones que le ha llevado a darse cuenta de ello fue lo sucedido el pasado enero, cuando el Alavés vendió a Ibai Gómez y Rubén Sobrino y el técnico gijonés reclamó a la dirección deportiva una serie de determinados futbolistas que eran de su agrado y que no llegaron. Vio que se debilitaba el potencial deportivo en detrimento de lo económico y sabe que la temporada próxima puede asumir muchos riesgos si no tiene un buen comienzo de campeonato. Todo ello coincide en el tiempo con la peor racha de juego y resultados el presente campeonato, donde físicamente el cuadro babazorro no es el de la primera vuelta y donde algunos futbolistas no están al nivel que se esperaba de ellos. En cualquier caso, todo el predicamento que se ha ganado en este año y medio podría irse al traste en caso de no arrancar bien el ejercicio venidero.

Fue el propio Abelardo quien hace unas semanas deslizó en una rueda de prensa que el tercer ejercicio para un entrenador en un mismo club suele tener incluso más dificultades que los anteriores y con su decisión de ahora viene a corroborar dicho argumento.

En cierta forma, dejaba en el aire por aquel entonces que su renovación no estaba garantizada, pese a que por los actuales méritos del conjunto albiazul hubiera quien pensara en verle de nuevo el próximo mes de julio en Vitoria. Pero ni siquiera ha sido una cuestión de salario su continuidad o no en la capital alavesa. Abelardo daba más valor si cabe a otras cosas como el proyecto deportivo o la seguridad personal en torno a si era o no idóneo seguir defendiendo al Alavés después de lo obtenido en los últimos dieciséis meses.

Él ya le ha hecho saber al club su idea de no prolongrar su estancia otro curso más y Sergio Fernández ha empezado a trabajar en el perfil de su sustituto. El lado positivo para el director deportivo es que tiene más margen que nunca para dar con el técnico indicado. A partir de ahí llegará el baile de salidas y entradas de futbolistas, porque de nuevo serán unas cuantas. Entre cesiones, jugadores con los que no se cuenta y algún otro que pueda ser traspasado el lavado de cara del Alavés futuro será importante.

Quién sabe también qué hará Abelardo la temporada que viene. Su buen hacer en El Glorioso no ha pasado desapercibido para varios clubes. La Real Sociedad se dirigió el pasado mes de diciembre a su agente, pese a tener contratado a Imanol. Parece además que varios conjuntos tendrán nuevo técnico a partir del 30 de junio y el nombre del preparador gijonés está presente en algunas agendas. Lo que sí es claro es que en Mendizorroza no se sentará más ocupando el banquillo local. Su decisión es firme. Ahora, se centra en terminar lo más arriba posible un ejercicio que ha cumplido con creces los retos marcados.