A etapa para nosotros había empezado bien, con Mikel Iturria en la fuga. Es un corredor muy fuerte. Estábamos muy bien representados en ese aspecto. Luego, la idea era estar con los mejores en la subida final, en La Asturiana. No tenía las mejores sensaciones y tengo que dar las gracias a Mikel Aristi, que ha estado toda la etapa conmigo, animándome. Ha sido la persona que ha hecho que al menos lo intentara. Ha habido muchos ataques y he estado ahí casi hasta el final. He visto cerca a los favoritos y pensaba que podía entrar. Esos nervios de querer estar ahí quizás me han jugado una mala pasada y me he ido al suelo en la última bajada. He tenido la mala suerte de haberme roto la clavícula izquierda por el golpe. Me he montado en la bici y he podido llegar a meta gracias a la ayuda de Luis Ángel Maté y Unai Cuadrado. En el momento he tenido la sensación de que me había roto la clavícula, pero nunca lo sabes del todo y piensas que igual es solo un golpe. En la visita al hospital se ha confirmado lo que esperaba. Así que me veo obligado a dejar la carrera de casa. Me da todavía más pena por eso, porque la Itzulia es muy especial para mí. Además suponía la vuelta de Euskaltel. Estoy seguro de que mis compañeros darán muchísima guerra y se dejarán ver todos los días de la Itzulia. La alegría de la jornada para todos los euskaldunes es que Alex Aranburu ha dado una exhibición y se ha llevado una etapa durísima. La verdad es que me alegró muchísimo por él.

Ciclista del Euskaltel-Euskadi